Desde la pandemia, el concepto de socialización se ha digitalizado demasiado, a tal grado que interactuamos más a través de redes sociales que en la vida real, es por eso que iniciativas que buscan traer de regreso el contacto humano entre las personas están teniendo un gran éxito, sobre todo entre las personas extrovertidas, quienes han encontrado en los libros el refugio perfecto tanto para disfrutar de la soledad, como una forma de socializar gracias a las fiestas de lectura.
Conocidas como "Reading Rhythms", este tipo de reuniones están conquistando el corazón de los amantes de los libros: se trata de un fenómeno cultural que ha ganado popularidad recientemente en Nueva York, y que se ha convertido en espacios que no solo celebran el amor a la literatura, sino que también se ha posicionado como una plataforma de socialización para quienes disfrutan sumergirse en las páginas de una buena historia o un buen trago.
Dicha experiencia, creada por los amigos Ben Bradbury, Tom Worcester, Charlotte Jackson y John Lifrieri se realizan a partir de reuniones que son una mezcla entre club de lectura, noche de copas y fiesta social, teniendo como objetivo principal fomentar la lectura y la socialización de una manera dinámica, interactiva y cercana, experiencias que se han replicado en todo el mundo, como Londres y Washington.
Reading Rhythms nació como una iniciativa para acercar los libros al público de una manera innovadora. La premisa es simple pero atractiva: un grupo de personas se reúne en un espacio acogedor, como una cafetería, un parque o incluso una biblioteca, para leer el libro que ellos quieran y luego interactúan y comparten experiencias.
“Hemos visto de todo, desde cómics hasta libros de texto de finanzas corporativas en nuestras fiestas. ¡Todo se suma a la experiencia!”comenta Ben, uno de los fundadores a Condé Nast Traveler, quien comenta que la participación de los aficionados a la lectura se divide en varias partes, la primera de ellas consta en un lapso de 30 minutos para leer el libro de tu preferencia, después, charlar con un desconocido sobre dicho libro y, al final, realizar un debate grupal sobre un tema específico preseleccionado de acuerdo a la reunión.
Una dinámica ante la necesidad de conectar... con los libros y las personas
A diferencia de los clubs de lectura tradicionales, donde los asistentes suelen leer el libro en casa y después se reúnen para discutirlo, en Reading Rhythms, si bien la lectura es uno de los factores importantes para la socialización, esto no significa que se imponga un título o temática durante las reuniones, por lo que cada lector puede disfrutar de un ambiente de calma, donde la música suave y la buena compañía crean el escenario perfecto para una noche de lectura compartida.
La ansiedad que puede generar el poco tiempo dedicado a la lectura se ha convertido en un fenómeno común, particularmente entre adultos jóvenes y profesionales que, al enfrentarse a grandes volúmenes de información o de actividades diarias, experimentan estrés por no poder mantener el ritmo de lectura.
Foto de Thought Catalog en Unsplash | Foto de Anita Jankovic en Unsplash | Reading Rhythms
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