Mamá Framboise es una pastelería y también un salón de té con mucho encanto situado en el céntrico barrio de las Salesas. El lugar recuerda un poco a los bistrots franceses pues nace de la búsqueda de la recuperación del romanticismo gastronómico de la pastelería, y sus productos - al igual que ocurre con su decoración -, han sabido armonizar sabores tradicionales con toques más modernos.
Su escaparate, que es una reinterpretación del que aparecía reflejado en el libro "Cinco Cuartos de Naranja" de Joanne Harris es una mezcla de shabby chic rural, estilo vintage y estilo rústico y campestre. ¡Vamos, el clásico estilo provenzal francés, que da lugar a un ambiente cálido y acogedor que invita a las confidencias! Perfecto para hacer un alto en el camino cuando se sale de compras o para quedar con los amigos para una pausa golosa.
En este espacio, los colores blancos, cremas, tostados y marfiles combinan con los detalles de color proporcionados por sus vistosos y coloridos macarons, tartaletas, grignotines y demás mignardises, que no sólo son capaces de deleitar a los connaisseurs sino también al resto de los mortales mediante el sentido de la vista, el olfato o el tacto. ¡Todo un torrente de sensaciones estupendas, que apetece compartir y comentar!
Al frente de todos estos merengues flambeados, esas tartaletas de frambuesas o esas maravillosas tartas de chocolates que nos retrotraen a los olores y a los sabores de nuestra infancia está él, Alejandro Montes.
Alejandro Montes nació en Langreo en 1984, y es el ejemplo vivo del chef pastelero que respira dedicación por todos los poros de su piel. Con vocación pastelera desde que tiene uso de razón, Alejandro inició su andadura en Barcelona, en donde coincidió con algunos de los mejores profesionales del sector.
Tras su paso por varios obradores españoles, y tras formarse en el extranjero podemos decir que, hoy por hoy, se ha convertido en toda una promesa de la gastronomía española, proclamándose Mejor Pastelero Joven de España en 2006, Mejor Chocolatero de España 2007 y alzándose con la Medalla de Oro del Open de France de Desserts en 2010. ¡Una trayectoria espectacular!
En Mamá Framboise, Alejandro cuenta con un equipo humano inmejorable para continuar su exitosa andadura profesional utilizando para ello sus mejores armas, que no son otras que el trabajo, el estudio, el sacrificio, el carácter, la paciencia, la creatividad, el apoyo y, sobre todo, la humildad.
El acogedor local de la calle Fernando VI cuida hasta el más mínimo detalle para que todo esté perfecto para recibir a sus incondicionales. La cálida decoración, el esfuerzo de todo el personal y el gran trabajo que se desarrolla, día tras día, hacen que el resultado se respire en el ambiente y que todo aquel que visite Mamá Framboise se sienta como en casa.
Detrás de este exquisito escaparate final, se encuentra el obrador situado en Alcobendas, donde tiene lugar todo el proceso de elaboración artesanal con ingredientes naturales y de calidad: frutas, cereales, mantequilla, aceite de oliva, chocolates de alta gama... Junto al esfuerzo, la fantasía y el estudio de la materia, aquí nacen y maduran los secretos del éxito de Mamá Framboise.
Jornadas de trabajo interminables y sobre todo pasión por la repostería, estos son los ingredientes con los que Alejandro Montes y su joven equipo dan vida a todas sus exquisiteces que, practicamente, rozan la perfección. Porque, hasta las cosas más sencillas y deliciosas de esta vida requieren grandes cantidades de pasión.
¿De verdad vais a ser capaces de resistiros a la dulce experiencia de la primera boulangerie-pâtisserie francesa de Madrid?
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