Como suele hacer a menudo la prestigiosa revista Forbes, acaba de publicar un listado de las casas más caras del mundo.
Incluye desde una lujosa mansión en la ribera francesa, una sobre la costa australiana, un palacete en la campiña inglesa y hasta una en una isla en la Polinesia francesa.
La más cara de todas cuesta 138 millones de dólares y se encuentra en Windlesham, Surrey, un condado al sudeste de Inglaterra.
Por supuesto cuenta con todo el lujo imaginable repartido en sus 4.600 metros cuadrados cubiertos y 43 hectáreas de jardín.
La mansión dispone de comodidades estratosféricas como 103 habitaciones, 22 baños de mármol, helipuerto, cinco piscinas y demás instalaciones.
La que le sigue en la lista es en realidad un “rancho” de más de 5.000 metros cuadrados propiedad del Príncipe árabe Bandar bin Sultan bin Abdul Aziz.
Está ubicada en las montañas de Aspen, Colorado y se ha convertido en la vivienda más cara de los Estados Unidos valuada en 135 millones de dólares.
La lista completa de las 10 casas más caras del mundo es la que sigue:
- Windlesham, Surrey, Inglaterra.102 millones de euros
- Rancho Hala, Aspen, Colorado, EEUU. 99.600.000 euros
- La Maison de L'Amitie, en Palm Beach, Florida, EEUU. 92.200.000 euros
- Tranquility, Lago Tahoe, Nevada, EEUU, 73.800.000 euros
- En la ribera del Bósforo, Estambul, Turquía. 73.800.000 euros
- Mansión en Hapmstead, Londres. 73 millones de euros
- Casa en Bridgehampton, Nueva York, EEUU. 55.300.000
- Casa sobre el océano Pacífico en Corona del Mar, California, EEUU. 55.300.000
- Penthouse en el hotel Pierre con vistas al Central Park de Nueva York, EEUU. 52 millones de euros
- Casa con vistas al mar en Cap Ferrat, Costa azul, Francia. 48 millones de euros.
Si quieres conocer las casas, puedes ver algunas fotos en Forbes e incluso un vídeo de la casa más cara.
El listado está basado en datos aportados por corredores de propiedades promocionándolas, lo cual no quiere decir que estrictamente sean las únicas casas más caras del mundo.
Seguramente haya otras de las que no sabemos porque sus dueños no quieren hacer alarde de sus millonarias y fastuosas viviendas.
Vía | Forbes
