El otro día, con Prada empecé a hablaros de la historia de las diferentes firmas de lujo que hoy por hoy inundan nuestros mercados, y hoy para continuar, voy a hablaros de Louis Vuitton, una marca destacada en este sector. De hecho estoy segura de que si os pido que me hagáis una lista con 20 marcas de lujo pocos de vosotros no la pondríais entre los 10 primeros nombres de la lista.
Louis Vuitton, LV, como podemos ver estampado en muchos de sus productos (creo que con la moda de hacer de su logo el motivo principal de la marca han conseguido que sea uno de los más conocidos del mundo) es una compañía de lujo de origen francés, aunque hoy por hoy podemos ver tiendas de la compañía en cualquier parte del mundo.
La firma se dedica principalmente al sector de la piel, los bolsos, las maletas, pero cada vez más empieza a introducirse en el mundo de los complementos.
Es una de las casas de moda con mayor tradición en el mundo, empezó su andadura en 1854, y siguen intentando que el trato con el consumidor final sea lo más directo posible, de hecho sus productos sólo se pueden comprar en su tienda on-line o en tiendas propiedad de la propia firma.
Igual que en el caso de Prada, fue el propio Louis Vuitton el que comenzó con la firma, en la mitad del Siglo XIX, pero fue en la mitad del siglo pasado cuando se convirtió en una de las principales marcas del mundo de la moda, creando el LVMH Group. Convirtiendo, lo que en principio era una peletería de tradición artesanal donde en principio se hacían mayoritariamente maletas de viaje y bolsos, en la gran empresa que es hoy por hoy.
Desde mitad del siglo pasado Louis Vuitton ha vestido a las más grandes personalidades, ha sido responsable de crear grandes tendencias, de investigar en procesos en fabricación, ha sacado gran variedad de ediciones limitadas y de coleccionistas, y ha crecido hasta convertirse hasta lo que es hoy, aunque sin duda estamos seguros de que llegará aún más allá.
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