Miuccia Prada, a la hora de diseñar, parece decidida a dejar de lado el pragmatismo en beneficio de una cierta fantasía con acentos surrealistas y exóticos. La diseñadora italiana nos propone para la temporada primaveral una serie de sandalias inspiradas directamente de la estética nipona, que parecen reproducir tabis (calcetines que separan el dedo gordo del resto de los dedos del pie) en cuero metalizado, que se declinan en tonos blanco, rojo, plata, oro o cobre.
Desde las sandalias más sencillas - que son una versión bastante aproximada de los originales -, que se conforman con añadir un fino cordón de cuero, como si fuese una espuela, adornado en la parte superior por un pajarita del mismo material, a esos otros modelos en los que el diseño se va sofisticando al implementarles unos zuecos de doble plataforma adornados con margaritas de cuero, de diferentes tamaños, que recuerdan a las de Mary Quant.
Para acabar operando una fusión entre los tabi, los tong girly y los okobo dando así nacimiento a una serie de modelos que parecen pensados para una geisha intergaláctica.
Entre grandes dosis de humor y una apuesta arriesgada, los zapatos Prada siguen construyendo su leyenda. Esperemos que, una vez llegados a las tiendas, éstos primaverales tabi-tongs enarbolen una estética un poquito más democrática, luciendo unas alzas menos elevadas, para que resulten más ponibles.
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