Soy una enamorada del vestido de cocktail. Derrocha emociones, invita al festejo y una se siente como una verdadera cenicienta en él. La pena es que no tengamos más tiempo para asistir a recepciones y fiestas donde poder lucirlos más a menudo.
Los de esta firma parisina tienen un lugar de honor en su catálogo: la Black Carpet de Paule Ka, una colección de 24 vestidos diseñados con mimo y exquisitez por Serge Cajfinger. Sólo verlos, su estilo hollywoodiense te traslada mentalmente a Cannes o a Sunset Boulevard.
Tras un periodo concedido en exclusiva a actrices que buscaban el vestido perfecto para asistir a las ceremonias más glamourosas y elitistas, la colección queda ya fija en los percheros de Paule Ka. Ahora sólo nos falta la invitación a una ceremonia grand soir.
Se trata de vestidos minimalistas, de lineas depuradas y geométricas que buscan ensalzar la feminidad de la mujer que lo lleva descubriendo brazos y escotes. Los que he seleccionado son todos cortos pero existen modelos largos hasta el tobillo.
Colores muy gráficos y ausencia de estampados. Utiliza mucho el blanco y el negro, y cuando quiere un color, lo ves a la legua. Los bustiers y los asimétricos junto a una falda corta: máxima sensualidad con clase, nunca un detalle fuera de tono.
Los materiales utilizados para cada vestido son los que le dan la allure perfecta a cada prenda. Gasas y organzas para los vestidos vaporosos con aire de ninfa etérea, como el vestido extra-chic de la foto superior, izquierda. Un rosa degradée tan sutil como encantador.
El vestido de la derecha está realizado en organza y lino color negro. Una glamourosa Marilyn contemporánea en la que vemos el accesorio fetiche de la colección: los guantes bifásicos.
Son unos guantes de cocktail matrícula de honor en sencillez, glamour y originalidad. Por un lado, satén de color brillante; por el otro lado, rejilla tipo saco en color piel. El efecto resultante es espectacular. Fíjate bien en las modelos que lo llevan en negro, blanco, rojo (foto inferior).
Porque cuando quieren destacar por el color, no hay lugar para la timidez. Rojo espectacular, amarillo impactante o verde indiscreto. Aunque depende de vuestro estado de ánimo y de vuestros gustos, os aconsejo que dejéis los colores vivos para ceremonias donde sois la anfitriona o la homenajeada.
Los lazos extragrandes llegan a formar el vestido entero: fabuloso. Como si fuera un lazo de un paquete regalo gigante, las zonas confeccionadas en rejilla color piel quedan en segundo plano para destacar más aun el lazo oversize.
Para estos looks, unas sandalias con plataforma y tacón se imponen como las ideales. El bolso de noche, obligatorio. Y el sentimiento de ser mujer y estar exultantemente bella esa noche viene solo.
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