Queridos lujosos, con todas las celebraciones inherentes a estas fechas, no se si habréis caído en la cuenta de que falta menos de un mes para San Valentín.
Cuando preguntamos a las personas que aparentemente tienen de todo qué les gustaría, qué les falta, normalmente suelen contestar: “tiempo”. Y, el tiempo, rara vez se presenta bajo un aspecto más fascinante que el de un reloj. Llegados a este punto, ¿qué podríamos aconsejaros mejor para regalar a esa persona que ya posee vuestro corazón? Porque un reloj, además de marcar los momentos mágicos de vuestra vida, conseguirá que cada vez que lo miren se acuerden de ti.
El reloj Omega Ladymatic que hoy os presentamos es una reinterpretación en clave moderna de un modelo histórico de la marca; uno de los primeros relojes automáticos de Omega que se diseñó especialmente para la mujer incorporando el movimiento automático más pequeño que la firma había realizado hasta la fecha.
En esta nueva versión, propia del siglo XXI, los maestros relojeros de Omega han conseguido una fascinante combinación del diseño más extraordinario con la innovación tecnológica más vanguardista. Esta nueva colección, con su tecnología Co-Axial y sus audaces rasgos de Haute Technologie, toma lo mejor de una época anterior y se lo ofrece, totalmente actualizado y mejorado, a la exigente mujer del 2013.
La deslumbrante esfera de los Ladymatic está realzada con un motivo en espiral que emana de su centro, reflejando las ondas. Las esferas, nacaradas o lacadas en negro, hacen juego con el color del llamativo anillo cerámico y se ofrecen con once diamantes como índices, con engarces facetados en oro de 18 quilates, o con discreta y elegante sencillez, sin índices horarios.
Una ventana de fecha, pulida con diamante, está situada a las tres. Las agujas alpha pulidas son de oro de 18 quilates y están tratadas con Super-LumiNova blanco, lo que las hace legibles en cualquier condición de luz. Los relojes OMEGA Ladymatic se presentan con brazaletes de metal a juego con sus cajas o con pulseras de cocodrilo en blanco nacarado o negro brillante.
Pero si tu Valentina es de las que no se desprende, ni a sol ni a sombra, del reloj que le regalaron por su comunión, también puedes regalarle un anillo de la colección Aqua Swing en forma de ola, de cuatro milímetros de ancho, realizado en oro rosa, oro blanco de dieciocho quilates o cerámica negra.
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