Si todavía no habéis visitado la exposición homenaje a Ferran Adrià y el equipo de elBulli "Risc, llibertat i creativitat", os traigo un resumen y fotos de mi visita al segundo piso del Palau Robert, Barcelona.
Va a estar abierta al público un año, hasta el 3 de febrero de 2013, antes de viajar a Nueva York y Londres. Muy bien organizada en ocho salas con un despliegue impresionante de documentación, imágenes, audiovisuales y montajes, es una ocasión única para quien no tuvo la oportunidad de vivir un servicio en elBulli.
Subiendo por la gran escalera, el visitante presiente que está a punto de ver algo muy especial. Los murales de grandes dimensiones en blanco y negro con el rostro de Ferran Adrià, el cerebro del "Momento 0" y el siempre presente bulli así me lo transmitieron.
elBullifoundation
En la primera sala explican cómo nace la idea de convertir elBulli en una fundación, elBullifoundation. El proyecto, anunciado en enero del 2010, está en plena ebullición de organización para inaugurar como previsto el 2014. Sólo les faltan dos años para crear sin horarios, ni reservas, ni rutinas.
Los orígenes
Entrar en la sala "Los orígenes" es abrir el album de família de los hermanos Adrià. Explica sus aspiraciones personales y profesionales, cómo eran cuando empezaron y los objetivos que tenían en mente en esa época.
Desde los Títulos de Escolaridad de ambos hermanos, fotos del recluta Albert (entrañable) o del cocinero Ferran durante sus primeras temporadas en Cala Montjoi hasta su tarjeta del C.D. Hospitalet: Ferran quería ser futbolista.
Mapas antiguos de la Costa Brava y más fotos de los veranos en los alrededores de elBulli con Marketta Schilling y sus bulldogs franceses. En esta época entran en escena Juli Soler, J.L. Neichel, J.P. Vinay, Christian Lutaud. Muchas personas no saben que el restaurante consiguió sus primeras estrellas Michelin con este equipo de profesionales.
Buscando un estilo. El momento del gran cambio
En 1987, el chef Christian Lutaud deja la cocina y Ferran Adrià coge las riendas en solitario. La inspiración y motivación de crear, se terminó el copiar, le llevó a una cocina vanguardista que ha creado escuela.
Entre fotos de la época, esta mesa con mantel blanco es la estrella de la sala. Una mesa virtual en la que comensal y camarero no cesan de interactuar bajo la mirada sorprendida del visitante. Me senté en una de las sillas y tuve la sensación de que me servían y comía. Enfrente, un video de un servicio real en el restaurante.
El momento del gran cambio es sin duda la instalación de la moderna cocina de 325 m2 diseñada por Dolors Andreu que sustituyó a la antigua de 50 m2. Desde entonces la cabeza del toro reina también en ella.
Momento 0. La consolidación de un estilo
Lo que más sorprende de las dos salas siguientes son las plastilinas. Esos pedacitos de colores con formas parecidas al ingrediente que representan, una etiqueta con el nombre está pegada en ellas.
Para emplatar perfectamente durante los servicios y no retrasar el ritmo de las mesas, los cocineros aprendían y se entrenaban con estas plastilinas. Me recordó un gran escaparate a la entrada de un restaurante japonés.
elBullivirus
Llegar al nivel de sofisticación que consiguió el equipo de elBulli crea una avenida de doble sentido de consultas y consejos. La conexión con distintas disciplinas está expuesta de un modo original con los Virus del diseño gráfico e industrial, el Virus del arte, de la divulgación, de la música, de la ciencia, incluído el Virus del Japón.
En la sala elBullivirus se encuentran los platos diseñados especialmente para elBulli, montajes explicativos sobre el vino y las copas, las influencias de la "cocina con alma" del viaje de empresa al Japón entre otros.
El espíritu de elBulli
La última sala es el homenaje al equipo humano de elBulli. Listas interminables de nombres de chefs, camareros, jefes de sala y stagiers por temporadas. Fotos de familia que van aumentando de miembros a medida que pasan las temporadas.
El ambiente es emotivo y algo nostálgico. Todo transmite el adiós, la despedida: desde la espectacular caja de bombones que sirvieron a partir del 2009 al final del menú degustación, el gran bulli realizado en merengue por Escribà para la clausura del restaurante hasta el reportaje en video de "El último vals (Last walzt)".
Han seleccionado los minutos más especiales de este gran reportaje que os presentamos el pasado octubre 2011, un bucle que los demás visitantes veían una y otra vez a ritmo de la música del vals.
Cuando lleguéis a la sala "El espíritu de elBulli" entenderéis la emoción del trabajo excepcional de un gran equipo, lo hayáis vivido de cerca o no. Gracias a vosotros por esta gran exposición, la he disfrutado mucho. En un par de meses, repetiré.
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