Zafiros multicolor envueltos en oro rosa, características suficientes para realizar una pieza única pero no es precisamente lo que el equipo de diseño de la joyería Suárez pretendía. Partiendo de un saco de estas piedras preciosas de diferentes tamaños y colores y con unos diseñadores con un gusto sublime han creado la colección Frida, un universo de color que se convierte en única porque solo existe una pieza por color, nadie tendrá una joya igual que la tuya.
Cuando me invitaron a la presentación en su recién renovada flagship store en la calle Serrano de Madrid lo que más me llamó la atención fue la relación creada entre una de las joyerías más clásicas y míticas de Madrid y un personaje con tanta fuerza y personalidad como Frida Kahlo pero cuanto encontré el color en su máxima expresión en un sinfín de zafiros todo cuadró y entonces el proceso de producción tomo toda mi atención.
No es suficiente con un buen diseño, la creación del producto y el savoir faire de cada marca es vital para conseguir un resultado final con carácter y refinamiento y de esto Suárez tiene toda una vida de trayectoria. Primero la separación por colores de ese saco creador, pasando por la separación de colores y tamaños y emparejamiento de tonalidades y piezas para acabar envueltas en cinta adhesiva para transportar a los artesanos y convertirlos en auténticas joyas, nunca mejor dicho.
Con la colección Frida quieren atrapar a un público joven pero también estiloso, sin perder la esencia de la familia joyera pero sobre todo a las chicas versátiles. Ya no hay que esperar a las cenas de gala o los eventos primaverales para lucir una buena joya, ahora se lleva fusionarlas con camisetas de algodón y vaqueros con bajos deshilachados, la adaptación de los tiempos es, sin duda, todo un hecho.
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