Después de acaparar todos los flashes de los paparazzi congregados a ambos lados de la alfombra roja de Cannes por culpa de la larga cola de su traje (un modelito de Atelier Versace Couture que le habían hecho a la medida) que se le enredaba entre la piernas al subir las escaleras por culpa del viento, Amal Clooney ha reaparecido dos días más tarde de la mano de su maridito con un vistoso y alegre traje.
Los paparazzi los volvieron a pescar saliendo del hotel Cap-Eden-Roc en Antibes. En esta ocasión la flamante abogada especializada en derechos humanos optó por un traje de Valentino de cuello a la caja pero con lazada, manga larga y una falda cortita a tablas confeccionado en una tela estampada con una gran variedad de colores vibrantes que vistos todos juntos recordaban a los del arcoiris.
Para completar el conjunto, Amal se puso unos zapatos de ante de color greige de Emma, y sus habituales gafas de sol en tamaño XXL en color frambuesa a juego con un bolso de ante con flecos del mismo color.
George, en cambio, iba con vaqueros desgastados y lavados a la piedra, una camiseta del Tequila Casamigos empresa de la que es socio fundador junto con sus amigos Cindy Crawford y Rande Gerber y una chaqueta de cuero negro. Salvo la camiseta, exactamente la misma ropa que utilizó para viajar hasta Cannes.
Me encantan que sean así, que ambos respeten sus propias personalidades y que no pretendan cambiarse mutuamente. Amal siempre va súper arreglada, y de marca. A estas alturas del partido, y después de haber vivido mucho en Italia, George Clooney se siente igual de cómodo vistiendo de traje y camisa, enfundándose en un elegante smoking cuando tiene que pisar una alfombra roja, como vistiendo de sport, pues ya no tiene que demostrar nada a nadie.
Cierto es que el vestidito de tafetán de seda de Valentino algunas lo reservarían para la comunión de sus sobrinos, pero como es de hace un par de temporadas (Valentino Resort 2015), Amal debió pensar que resultaba muy alegre y vistoso, perfecto para darse un garbeo por Cannes.
Lo bueno de este tipo de trajes es que resultan casi siempre atemporales. El primer día de su llegada a Cannes, Amal lució también una faldita corta abullonada a rayas muy parecida a la que Lady Di se puso 29 años antes, en 1987, para acudir a este mismo certamen. ¿Una casualidad? Me da que que la flamante mujercita de Clooney no da puntada sin hilo.
Fotos | Gtres
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