La duquesa de Sussex nos ha dejado sin palabras hace apenas unas horas con un relato duro y muy personal. Markle ha revelado en una columna de opinión en el New York Times que sufrió un aborto de su segundo hijo el pasado mes de julio. Un momento triste y difícil que ha querido compartir con todos nosotros para tratar uno de los temas tabús de nuestra la sociedad: hablar con franqueza sobre si estamos (o no) bien.
Con unas palabras que erizan la piel, Meghan explica que "me caí al suelo con él (Archie) en brazos, tarareando una nana para calmarnos; la alegre melodía era un severo contraste con mi sensación de que algo no iba bien. Supe, mientras abrazaba a mi primer hijo, que estaba perdiendo al segundo". Tras este acontecimiento, Markle cuenta que fue traslada al hospital en compañía del príncipe Harry, que abrazaba su mano.
“Las pérdidas que compartimos” es el título de esta columna en la que Meghan cuenta su dolor. “Sentada en la cama del hospital, viendo cómo el corazón de mi marido se rompe mientras intenta sostener el mío, del que solo quedan pedazos”. “¿Estamos bien?” es la pregunta que nos invita a hacernos a nosotros mismos Markle. Además, hace referencia a los estragos de la pandemia, la polarización social y la desinformación y afirma que “nos sentimos más solos que nunca”.
“Esos momentos tristes, que dan miedo o son demasiado importantes, los vivimos a solas. Nadie se para a preguntar: ‘¿Estás bien?’. Perder un hijo implica un sentimiento de culpa casi insoportable que mucha gente ha vivido pero del que pocas personas hablan". Además, añade que "en medio del dolor de nuestra pérdida, mi marido y yo descubrimos que, en una sala con 100 mujeres, de 10 a 20 de ellas habían sufrido abortos. Y, a pesar de esa impactante cifra, la conversación sigue siendo un tabú, aderezado con una (injustificada) culpa y perpetuando un ciclo de luto en solitario”.
Una narración que merece la pena de principio a fin y con la que muchas mujeres se sentirán tristemente identificadas. Estas palabras demuestran, una vez más, que el compromiso de Meghan Markle con la sociedad es uno de sus principales objetivos tras decir adiós a su cargo en la Casa Real Británica.
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