¿Os acordáis del maravilloso encaje del vestido de novia de Kate Middleton diseñado por Sarah Burton de Alexander MacQueen o del último vestido creado por Óscar de la Renta (poco antes de morir) para la boda de Amal Clooney? Pues bien, los dos habían sido confeccionados con un encaje fabricado por la Maison Sophie Hallette, una empresa cien por cien familiar, en sus talleres de Calais al norte de Francia.
También vimos una muestra de sus elaborados, hace un par de semanas, en el famoso abrigo gris adornado con encaje negro que la duquesa de Cambridge lució durante las ceremonias oficiadas para conmemorar el día de la Commonwealth.
Chanel - que como bien sabéis apoya tanto a los llamados métiers d'art, que hasta organiza un desfile todos los años ex profeso para promocionarlos -, acaba de adquirir acciones de esta referencia internacional viva del arte del encaje y del tul.
Métiers d'art
El 16 de abril del 2014, el senado francés reconocía oficialmente la existencia de los Métiers d'art con una nomenclatura nacional que consta de 217 oficios que se clasifican en 3 grandes grupos:
- Creación contemporánea
- Oficios que provienen de la tradición
- Conservación y restauración del patrimonio
Todos estos oficios se caracterizan por su saber hacer, por el dominio de la técnica y por un sentido artístico reconocido que normalmente se hereda pasando de padres a hijos.
Desde hace 130 años, la Maison Sophie Hallette teje con obstinada pasión los incomparables encajes que han inspirado maravillosas creaciones a los diseñadores del mundo entero tanto para la haute couture como para el prêt-à-porter, la decoración o la lencería de lujo.
Un poco de historia
Fundados en 1887 por Eugène Hallette en Caudry (al lado del Pas de Calais en Normandía) estos talleres pasaron a convertirse en menos de siete años en el tercer fabricante de encaje más importante de la zona con más de cuarenta telares en los que trabajaban aproximadamente unos 400 artesanos.
Durante los años 80, los encajes de Caudry y de Calais ya eran famosos en el mundo entero pues adornaban a las mujeres más elegantes de la corte de Rusia y de Inglaterra.
Grandes diseñadores de la talla de Christian Dior, Marcel Rochas, Jeanne Lanvin, Pierre Balmain y Carven comienzan a incorporar en sus diseños los encajes y los tules de Caudry y de Calais.
En noviembre de 1953 Marilyn Monroe acudió a la première de la película "Como casarse con un millonario" luciendo un traje bustier confeccionado por el diseñador William Travilla con un encaje fabricado en los talleres de Hallette que encandiló al mismísimo Humphrey Bogart. Curiosamente, fue este mismo encaje de Chantilly, cuya creacion se remonta al año 1934, el que eligió Amal Alamuddin para su vestido de novia.
La consagración internacional llegó de la mano de Marilyn Monroe con el bustier de encaje blanco que lució durante la première de "Como casarse con un millonario"
La famosa mantilla negra con la que apareció Jackie Kennedy en portada de la revista Look también era de encaje Leavers fabricado en Hallette.
Con la incorporación de Bruno Lescroart, la maison Sophie Hallete adquirió un gran impulso internacional reafirmando su creatividad, relanzándola y desarrollando su notoriedad en nuevos países.
En 1967 inauguran un showroom en París, en el barrio de la Bolsa, que se ha convertido en un lugar de peregrinación al que acuden religiosamente los grandes diseñadores para descubrir las nuevas colecciones.
Durante los años 80 y 90, la maison Hallette fue comprando varias fábricas como la de Caudry, la de Riechers Marescot o la de EuroDentelle que además de enriquecer lo ya existente posibilitó el poder servir a los más importantes actores de la lencería francesa e internacional de lujo.
Romain Lescroat, hijo de Bruno y actual CEO de la empresa, ha hecho unas declaraciones comentando que la razón por la que se han asociado con Chanel es porque es una firma muy comprometida con los métiers d’art. También dijo que lo que su familia y él mismo quieren es preservar el patrimonio histórico del encaje. Un patrimonio que constituye motivo de orgullo para todos los habitantes de Calais, guardianes de uno de los oficios más difíciles del mundo.
Liz Taylor lució en varias ocasiones trajes de encaje de Leavers en negro, gris perla o rosa palo
Con esta acción también han querido preservar un saber hacer excepcional que se transmite con orgullo de padre a hijos con el desafío de reinventar, año tras año, los bordados más sorprendentes en los tintes más sutiles; y también unos telares bicentenarios que son quienes permiten crear encajes de muy alta gama, esenciales para poder responder a la demanda de la haute couture.
El espaldarazo de Chanel se convertirá pues en un importante apoyo para el futuro a corto y a largo plazo del encaje de Calais. La pregunta ahora es saber si seguirán sirviendo a otras marcas de la competencia. En el último desfile de Alessandro Michele para Gucci vimos un vestido de color verde confeccionado con encaje de Maison Sophie Hallette.
Sitio oficial Maison Sophie Hallette
En Tredencias Kate Middleton magníficamente bien escoltada durante el Commonwealth Day