Qué maravilloso amar y sentirse amado, no importa a quién. Y no hablo solo de esas parejas de hombre y mujer en las que uno es, en apariencia, mucho más atractivo que el otro —qué osados nosotros por juzgarlos, aprovecho para comentar—, sino de parejas, por ejemplo, de hombre y hombre o mujer y mujer. Porque cada día, por fortuna, somos más los que nos sentimos felices de que esas personas puedan vivir su amor en libertad y menos los que se sienten contrariados ante tales demostraciones de afecto, he querido traer hoy aquí algunas de esas grandes historias de amor que ha sabido reflejar la literatura.
'El hombre que se enamoró de la luna', de Tom Spanbauer
La práctica totalidad de la obra de Spanbauer habla de gays. Él mismo, gay reconocido, sufrió la brutal represión de un padre católico que odiaba que su hijo fuera homosexual, y confiesa que sus libros están llenos de rabia hacia aquella infancia tormentosa. Sin embargo, y aunque El hombre que se enamoró de la luna tiene violencia, y mucha, es también un canto al amor carnal en cualquiera de sus versiones, con una prosa diferente, pero que destila poesía. Un indio que se enamora de un cowboy en el Idaho del siglo XIX: ¿puede haber algo más transgresor que eso?
'Memorias de Adriano', de Marguerite Yourcenar
El libro más celebrado de la escritora francesa es una larga epístola dirigida a Marco Aurelio, quien años más tarde sería emperador. Estas falsas memorias, mimadas al extremo en cuanto a detalles de la época, carecen, obviamente, del rigor de un libro de historia; sin embargo, asistir a una aproximación de la vida de aquel emperador cultivado y adelantado a su tiempo, que idolatró a su joven amante Antínoo y quedó destrozado por el dolor a la muerte de este, es un placer. Eso sí, un placer de digestión lenta y que paladearán con especial éxtasis aquellos lectores que disfruten del mundo de la Antigua Roma.
'La muerte en Venecia', de Thomas Mann
Thomas Mann es uno de los grandes escritores del siglo XX, y esta novela una de las más conocidas. La historia de Gustav von Aschenbach —un trasunto en cierto modo del propio autor—, un escritor en su madurez que viaja a Venecia para buscar inspiración y que acaba obsesionado con un bellísimo adolescente, Tadzio, invita a muchas reflexiones, pero me quedo con la imagen decadente de ese escritor extasiado ante la visión de un muchacho que jamás podrá trascender el amor platónico en medio de una Venecia cercada por la enfermedad.
'Extramuros', de Jesús Fernández Santos
Esta novela, que como gran parte de las que reseño aquí fue llevada al cine, fue Premio Nacional de Literatura hace ya casi 40 años. Si en la novela de Spanbauer hablaba de un amor transgresor, el de dos monjas en pleno reinado de Felipe II, que traman un engaño y ven peligrar su unión debido a los acontecimientos que se desencadenan está llevada con una prosa delicada y sutil; todo, en un contexto oscurantista como es el de un convento del siglo XVI. La historia transcurre en una atmósfera opresiva de temor a Dios y no digamos ya al amor entre dos mujeres, algo puramente herético.
'Carol', de Patricia Highsmith
Puede que a Carol ya le hayas puesto la cara de Cate Blanchett, pero en cualquier caso no deberías perderte la lectura de la que está considerada como una de las grandes obras maestras de la temática lésbica. Publicada en primera instancia con otro título y un seudónimo, Carol cuenta la historia de amor entre una sofisticada y elegante mujer casada y una joven vendedora. Narrada con una prosa que ahorra en florituras, tan propia de la escritora, el final de la novela —no diré cuál es— dio a entender a la sociedad de entonces que el lesbianismo no quedaba condenado en ella, lo que en aquellos años, los cincuenta, era como poco chocante.
'Un lugar para nosotras', de Isabel Miller
Otra historia de amor entre dos mujeres y otro ejemplo de la represión sufrida por el colectivo homosexual. La historia de amor entre la pintora Mary Ann Willson y la señorita Brundidge, en el Connecticut de principios del XIX, tuvo que ser autopublicada por su autora a finales de los sesenta, ya que ninguna editorial quería hacerse con sus derechos debido a la temática que exponía. Positiva y vibrante, la novela dejaba de lado, al igual que Carol, ese lado aberrante que solía tener la literatura de temática gay o lésbica y se centraba en cómo dos mujeres encontraban, precisamente, ese lugar para quedarse: una granja que ellas se encargaron de regentar.
'Maurice', de E. M. Foster
El autor escribió la apasionante adolescencia y juventud de un londinense de clase acomodada que vive un amor culpable con un compañero de colegio —y las vidas posteriores de ambos— entre 1913 y 1914, pero no fue hasta 1971, a la muerte del autor, que dicha novela vio la luz. Forster nunca se atrevió a llevarla a una editorial debido al puritanismo imperante en aquella época —de hecho, en su manuscrito había anotado: «Publicable, pero ¿merece la pena?», pero ahora le debemos una de las novelas más hechizantes que versa el amor entre dos hombres en una Inglaterra profundamente represiva. Si hubiera que ponerle un pero sería, quizá, la tendencia al cliché, pero hay que leerla pensando en que se escribió valientemente hace ya más de un siglo.