El matrimonio entre personas del mismo sexo es legal en España desde 2005. Fue en aquel año cuando vimos por primera vez a dos hombres, o dos mujeres, contraer matrimonio en nuestro país. Pero en España hubo una boda entre dos mujeres muchísimo tiempo antes. Fue en 1901, sus protagonistas se llamaban Elisa y Marcela, y su historia será llevada al cine por Isabel Coixet, flamante triunfadora el pasado sábado en la gala de los Premios Goya (ganó los galardones a mejor película, dirección y guion adaptado por La librería).
La historia de Elisa y Marcela es bien conocida en Galicia. Tanto que incluso, estas pasadas Navidades, el Ayuntamiento de A Coruña incluyó su figura en su conocido Belén municipal. Pero su dramática historia de amor, y el giro de acontecimientos que llevó a que contrajeran matrimonio (por la Iglesia, nada menos), todavía es desconocida para muchos. Y, según recogen varios medios, será Isabel Coixet quien la dé a conocer a través de una película que, dicen los rumores, protagonizarán María Valverde y Natalia de Molina, y que se estrenará en Netflix a lo largo de este año.
La historia de Elisa y Marcela
Elisa Sánchez Loriga y Marcela Gracia Ibeas se enamoraron en la adolescencia, a finales del siglo XIX, en A Coruña. Ni sus familias ni la sociedad aprobaba su relación, por lo que vivieron separadas en diferentes épocas, hasta que coincidieron trabajando como maestras en dos aldeas cercanas de la provincia. Fue entonces cuando tomaron una decisión que las hizo pasar a la historia: Elisa cambió su apariencia por la de un hombre, y comenzó a hacerse llamar Mario.
Consiguieron casarse por la Iglesia, el 8 de junio de 1901, tras una serie de triquiñuelas, que incluyeron el bautizo de Mario, pero la vida de Elisa y Marcela no se convirtió en un camino de rosas a pesar de la boda. Sus familias las repudiaron, sus vecinos conocieron su secreto y ellas acabaron exiliándose en Portugal para tratar de huir de los rumores y las posibles repercusiones legales, ya que el matrimonio homosexual no era legal en la época, obviamente, y también era delito el travestismo en el que habría incurrido Elisa, además de la falsedad documental.
En Oporto tuvieron incluso una hija (a través de Marcela), fueron detenidas, extraditadas a España y absueltas. Posteriormente, emigraron a Argentina, donde se les pierde la pista.
Aunque Elisa y Marcela han saltado a los titulares en los últimos años, y más lo harán con la llegada de la película de Isabel Coixet, su historia no pasó desapercibida en su momento: varios diarios locales publicaron la noticia de la falsa boda ya en su momento, destacando en los titulares «La boda sin hombre». Ahora, quizá, les llegue el reconocimiento como pioneras que les ha sido esquivo durante más de un siglo.
Imágenes | La Voz de Galicia, Wikimedia Commons, Gtresonline.
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