Todos los temores sobre el futuro de Chanel tras la muerte de Karl Lagerfeld han encontrado su punto y final con este desfile Otoño/Invierno 2020-21. Porque Virginie Viard se ha encargado de mantener muy vivo el legado de la maison, haciendo un repaso a los archivos y clásicos de la firma y dándoles un soplo de aire fresco y joven, para que no parezcan copia. El resultado es así de precioso.
Con esta máxima nace la colección pensaba para el próximo invierno, donde la ausencia de excesos y lujos es notable. Chanel se vuelve minimalista en cuanto al color, sencillo y muy conceptual, dejando a un lado los adornos para mostrar las prendas como le gustaban a Coco Chanel, en su más pura esencia y funcionalidad. Eso sí, el contrapunto rococó viene a cargo de las joyas más barrocas y elaboradas, de volantes y de encajes.
La colección de Chanel para el próximo otoño entra por los ojos en colores neutros muy limpios y puros. Blancos y neutros se adornan con pinceladas de rosa y verde mint, una tonalidad que ya sabemos que está en alza este 2020. Todo ello bien enmarcado por el siempre riguroso negro de Chanel, un guiño a la esencia de la maison desde sus orígenes.
Las siluetas de Virginie Viard para Chanel tienden a la siempre favorecedora línea recta en abrigos largos, faldas tubo y diseños columna que trabajan para hacer más larga y bella la silueta femenina. Pero este minimalismo en colores y siluetas no es el único factor sorpresa que escondía la diseñadora bajo la manga. Porque las que prefieren el Chanel más exuberante y ochentero también tienen cabida.
Y la tienen a golpe de volantes, encaje y chorreras. A cascadas de joyas que ya mencionamos anteriormente. A chaquetas bomber y biker de lo más modernas, a cadenas y a deportivas. A aires más punk y millennial, como los que Kristen Stewart o Lucy Boynton traen a la casa. Un repaso completo al legado Chanel al que solo le ha faltado una cosa, porque Virginie Viard ha sacrificado casi al completo los vestidos en favor de los conjuntos de dos piezas.
Fotos | Imaxtree.