Si por algo se caracteriza la colección otoño-invierno 2012/2013 de Stella McCartney es por los cortes geométricos y las líneas redondeadas que todos sus diseños. Nos encontramos ante una colección inspirada en las próximas Olimpiadas que se celebrarán en Londres en la que predominan los colores azul eléctrico, blanco y negro.
Como ya he dicho, el azul eléctrico es el protagonista indiscutible de la colección, inundando casi todas las salidas. Ya sea en solitario, copando vestidos que solo dejan ver las piernas y que se acompañan en algunas ocasiones de blazers largos, o en su versión estampada con motivos vegetales en negro.
Mucha importancia ha tenido también el color marrón, sobre todo en los minivestidos de manga larga, cuello alto y vuelo en los bajos con los que Stella McCartney vuelve a jugar con arriesgadas combinaciones cromáticas.
Los toques fucsia los vemos en los pantalones que se acompañados de abrigos y chaquetas oversize con grandes solapas en otro color y cierres diagonales con cremalleras negras.
El color negro se combina con el blanco en el caso de los jerséis de punto o se pasea en solitario en aquellos looks en los que se dejan ver unas delicadas transparencias en las mangas de los tops estampados.
Y llegamos a la parte del punto en la que la diseñadora confecciona chaquetas y vestidos y faldas a la rodilla en azules, salmones y grisáceos. Estos últimos, acompañados por camisas y con una marcada cintura.
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