La Organización Mundial de la Salud asegura que las enfermedades mentales representan el 12.5% de todas las patologías. En este momento, 450 millones de personas en el mundo están afectadas por una enfermedad mental, neurológica o conductual que dificulta su vida. Además, se calcula que el 25% de la población padecerá alguna enfermedad o trastorno mental a lo largo de los años... Tras la pandemia, las enfermedades mentales se han acentuado exponencialmente y la mayoría de las veces no podemos ni reconocerlo.
"Tu salud emocional tiene mucho que ver con los límites que pones", advierte la psicóloga Celia Betrián, con quien hemos hablado para descubrir los factores que afectan a nuestra salud mental.
Compararte con los éxitos de los demás
"Evita las comparaciones, cultiva un equilibrado bienestar psicológico y empieza a familiarizarte con el rechazo y las críticas. Una buena autoestima te protege del mundo exterior. Valórate y cree en ti siempre. Acéptate tal y como eres y recuerda tus valores, logros, fortalezas y rasgos positivos", matiza la experta en psicología, salud mental y parejas.
Creer que puedes hacerlo todo sin tener en cuenta tus límites
"Esto no es una carrera de fondo. Cuidado con la autoexigencia y el perfeccionismo. Conoce dónde está tu límite y baja el ritmo si es necesario. Acepta tus traumas, tus miedos e inseguridades como algo que forma parte de ti. Conoce tanto tus defectos como tus virtudes. Ten en cuenta tu situación personal y tu ritmo de vida", nos cuenta la psicóloga.
Además, insiste en que cualquier objetivo fuera de tus capacidades va a hacer que te frustres al ver que no lo consigues: "Empieza por algo que pueda darte una recompensa a corto plazo y ve poco a poco añadiendo más dificultad al reto. Para y analiza tus objetivos a menudo para ajustar lo que consideres necesario".
No descansar lo suficiente por pensar que es algo 'improductivo'
No hacer nada también es hacer algo por ti: "Observa tus emociones desde la distancia. Date cuenta de que cada pensamiento o imagen que cruza tu mente no es una emoción en sí misma, es sólo una interpretación de ella. No te creas todas las imágenes o pensamientos que surgen cuando experimentas esa emoción", explica Celia Betrián.
Tener demasiado en cuenta la opinión de otros
"Como seres sociales, es normal buscar la aprobación en los demás... no hay autenticidad en las relaciones y no se expresan ni necesidades ni opiniones. La principal preocupación es caer bien y agradar; de ahí que los encuentros con otros generen estrés, tristeza o ansiedad. Por eso, es importante conocerse y trabajar la autoestima para establecer límites y aprender a decir no".
Además, nos recuerda que nuestro valor no disminuye por la incapacidad de otro para reconocerlo: "Quiérete a ti primero y ese amor se verá reflejado en tus relaciones. Nunca te olvides de quién eres y quién quieres ser, que nadie te diga cómo debes ser. Valórate y cree en ti siempre".
Aferrarte donde duele por temor a que dejar ir duela más
"Tu vida está al otro lado del miedo. Afrontar todo lo que te impide dejar ir te permitirá tomar las riendas de tu vida", sentencia la experta.
Permitir que las emociones te controlen (en vez de controlarlas tú)
"Las emociones son incontrolables. Aparecen sin más. Lo importante en ese momento es aceptar que están ahí, en lugar de resignarse o rechazarlas, porque entonces se refuerzan y aparece el malestar".
Cuídate y prioriza en ti
Betrián sostiene que muchas enfermedades físicas comienzan en la mente y por temas no resueltos. Ten siempre en cuenta que tu salud mental es más importante que tu pasado, los demás, opiniones, comparaciones, exigencias, miedos... Estar en paz no significa no tener emociones o dejarlas de lado, sino aceptarlas todas.
"Si cuidar de tu salud mental significa decepcionar a alguien, entonces decepciona a todo el mundo", recalca la experta, quien concluye recordándonos la posibilidad pedir ayuda cuando lo necesitemos. Porque asistir a una consulta psicológica también es un acto de amor propio.
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