Felicidad. Del lat. felicĭtas, -ātis. Estado de grata satisfacción espiritual y física. Esta es la definición que da la RAE de eso que muchos ansían conseguir a toda costa. Y aunque somos conscientes de que la felicidad es una emoción o un estado pasajero y no algo que pueda estar con nosotros cada día de nuestra vida, sigue siendo un término que perseguimos sin descanso.
Pero ¿existen años en nuestra vida que son los menos felices? La ciencia tiene clara la respuesta: sí. O al menos en la mayoría de ocasiones, porque como ocurre en muchas ocasiones, este dato no es 100% aplicable a toda la población. Cada persona es un mundo, pero hay una tónica que se repite.
El momento menos feliz de nuestra vida: la mediana edad
Los economistas y profesores David Blanchflower y Andrew Oswald, analizaron la relación entre la curva de la felicidad y la edad y llegaron a la conclusión de que llegados a la madurez -entre los 40 y los 50 años-, las personas mostraban más miedos e inquietudes. La llamada crisis de la mediana edad. Somos más infelices a los 47,2 años en los países desarrollados y a los 42,8 años en los países en vías de desarrollo.
Tal y como explicaban los autores a la BBC, "es algo que los humanos tenemos profundamente arraigado en los genes. Los monos también tienen una curva de la felicidad en forma de U". Por eso, las dos épocas de mayor felicidad en la vida, según esta investigación, son la infancia y el momento en que pasa la mediana edad.
El libro de Jonathan Rauch ‘The Happiness Curve: Why Life Gets Better After Midlife’, explica qué "a medida que nos hacemos mayores nuestros cerebros se vuelven más resistentes al estrés, experimentamos menos remordimientos, somos más positivos, somos emocionalmente menos volátiles, aprovechamos más el momento, conectamos mejor con la gente, e incluso, tenemos cierta protección frente al daño emocional causado por la pérdida de salud".
Cuando pasamos de los 50, nuestro cerebro da más valor a lo positivo y eso nos hace más felices. Se da sin distinción de género e independientemente del estado civil, si tienen o no hijos o la situación económica que viven. “Algunas personas sufren más que otras, pero en nuestros datos, el efecto medio es amplio. Nadie sabe por qué vemos esta constancia”, afirmaba Oswald en el estudio.
Los jóvenes ya no son tan felices
Y aunque en teoría y según esa curva de la felicidad, nuestros años más felices son la infancia y la madurez, según este estudio de la Universidad de Michigan en el que se analizó a un millón de adolescentes, los jóvenes son cada generación más infelices. Es más, se ha observado que la felicidad de los adolescentes cayó a partir del 2012.
Esto es algo que también se refleja en el Informe Mundial de la Felicidad 2024, que pone de manifiesto que aunque culturalmente se asocia la felicidad a la juventud, la realidad es otra. "La tendencia global positiva en la satisfacción vital" entre las edades de 15 a 24 años terminó con la pandemia del coronavirus según el estudio. Los jóvenes cada vez son menos felices, especialmente y según recogen los datos del informe, en Estados Unidos. En el grupo de 15 a 24 años de ese país, de Japón y de Canadá, los jóvenes son menos felices que las personas mayores.
Además, y haciéndonos eco de la comparación entre generaciones que se ha realizado este año, los boomers y sus predecesores (los nacidos antes de 1965), son más felices que aquellos nacidos después de 1980, es decir, los millennials y generación Z. Según uno de los redactores del informe, Jan-Emmanuel De Neve, profesor de economía de la Universidad de Oxford, es probable que la felicidad de los jóvenes haya disminuido por problemas que van desde la precariedad y la dificultad para conseguir una vivienda, hasta los aspectos negativos de las redes sociales.
Como explicaba John F. Helliwell, de la Universidad de Columbia Británica en Canadá y otro de los implicados en el Informe de la Felicidad de este 2024, "Existe una gran variedad entre los países en cuanto a la felicidad relativa de las poblaciones más jóvenes, mayores e intermedias. De ahí que las clasificaciones mundiales de felicidad sean bastante diferentes para los jóvenes y los mayores, hasta un punto que ha cambiado mucho en los últimos 12 años". Antes los jóvenes eran más felices y ahora parece que esa llamada crisis de la mediana edad que nos hace infelices, también les afecta a ellos.
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