Sí, todos tenemos la tentación. Es salir de casa y las barreras se derrumban. Pero hay picoteo saludable y caprichos que no son tan sanos como parecen en realidad. Hacemos un repaso por las que menos nos convienen según los expertos. Así, la próxima vez que comamos fuera sabremos bien a qué nos enfrentamos y tomaremos mejores decisiones.
Agua con limón
Según una investigación realizada por el Journal of Environmental Health en muestras realizadas de 21 restaurantes en EE.UU. hasta el 70% de las rodajas de limones estaban contaminadas con bacterias. La explicación es que estas rodajas se suelen cortar con bastante antelación y los camareros no siempre usan guantes o pinzas para añadirlas al limón.
Un combinado de alcohol + bebida baja en calorías
Parece una elección más sana que la convencional, pero según un estudio de la Universidad de Northern Kentucky, combinar una bebida alcohólica con una baja en calorías puede aumentar los efectos del alcohol hasta un 25% más. Además, los expertos dicen que el ahorro que hacemos en calorías al elegir la opción diet no merece la pena.
Pan con aceite de oliva
Es uno de los caprichos más mediterráneos de esta lista, pero hay un problema cuando no sabemos controlarlo y nos llenamos de pan antes de empezar la comida propiamente dicha. El aceite de oliva es bueno para nuestra salud pero eso no puede ser una excusa para excederse.
Los refrescos bajos en calorías
Parecen inofensivos y la solución perfecta para no ingerir más azúcar de la que necesita el organismo, pero existen muchas razones por las que los refrescos bajos en calorías tampoco son la solución ideal. Es más: un estudio realizado en el año 2015 por la Universidad de Texas Health Science Center en San Antonio demostró que la gente que toma refrescos con gas zero y light tienden a acumular más centímetros en la cintura a lo largo de los años que las que no lo hacen. Fascinante, ¿verdad?
Smoothies
¿También ellos? Pues sí, también. Tenemos recetas de smoothies sanos, pero a veces llevan yogur helado o azúcar añadido para estar mucho más sabrosos. En el fondo estamos hablando de un postre con hasta 700 calorías, en el peor de los casos (con 70 gr. de azúcar). Según Barry Popkin, profesor del departamento de nutrición de la Universidad de Carolina del Norte y uno de los expertos que en el año 2004 llamó la atención sobre el peligro de los refrescos, los smoothies y los zumos de fruta son el nuevo peligro a evitar.
Un primero hipercalórico
Según la doctora Deborah Cohen, autora del best-seller "A Big Bat Crisis: The Hidden Forces of the Obesity Epidemic and how we can end it", ninguna persona debería consumir más de setecientas calorías ¡en total! por comida. Eso incluye la bebida, los entrantes, el postre y el plato principal, por supuesto. Pero cuando comemos fuera ya superamos esas calorías solo con el plato principal, así que a la hora de considerar qué pedir de primero ten en cuenta el cómputo de calorías que vas a ingerir e intenta compensarlo con algo ligero.
Ensaladas que no son ensaladas
Nos encantan todas las recetas de ensaladas, pero no siempre son light. Según la doctora Christine Gerbstadt, autora del libro Doctor´s Detox Diet, algunas ensaladas que se sirven en cadenas de restaurantes pueden llegar a tener más de 1300 calorías y 84 gramos de grasa. La mejor opción en estos casos es pedir el aliño aparte y tomar solo una parte de la ensalada.
Los brotes de moda
Son lo último en el corazón de los "foodies". Y tan fotogénicos... Parecen la mar de inofensivos, pero muchas veces el ambiente cálido y húmedo en el que se desarrollan este tipo de brotes es perfecto para que las bacterias hagan de las suyas y organismos como la Agencia de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. han descubierto que existe una relación entre brotes de E.coli y salmonela con estos otros brotes mucho más cuquis y recomienda sólo consumirlos en casa (y siguiendo unas instrucciones determinadas) o bajo nuestro propio riesgo. Ah, y nunca, nunca, nunca hacerlo si estás embarazada.
Helado de yogur
Nos han vendido la idea de que las recetas de helado de yogur son más sanas que el helado convencional. Y en parte tienen algo de razón, pero no podemos olvidar que una ración pequeña de este tipo de helado tiene hasta 32 gramos de azúcar y que es difícil no pedir uno y olvidarse de los toppings (que pueden llegar a suponer hasta 20 gramos de azúcar más).
Chips de verduras
Oímos la palabra "verduras" y ya nos creemos que es el colmo del picoteo healthy. Pero estos chips de zanahoria, batata o remolacha están tan fritos como los de patatas y nada que esté frito es especialmente saludable. Los chips vegetales son más sanos que las patatas fritas de siempre, pero también muchísimos trigliceridos.
Barritas de granola
Las barritas de granola tienen un marketing healthy muy bien hecho, pero en realidad se trata de comida basura disfrazada. Que los copos de avena no te confundan, todo lo que se utiliza para darles la forma de barrita y mantenerla compacta es azúcar.
Fotos | Unsplash.
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