En mi cesta de la compra del supermercado siempre hay una bandeja de pechugas de pollo. Una recurre a este alimento, ya casi de forma inconsciente, porque cumple una gran regla de oro: es saludable, es muy fácil de cocinar y está rico en sus infinitas versiones. Quizás por eso nos han saltado las alarmas cuando una investigación llevada a cabo por la organización Observatorio de Bienestar Animal (OBA) ha revelado que el 97,9% de las bandejas de pollo analizadas en el supermercado Lidl tendrían estrías blancas, todo ello tras estudiar 6.097 muestras de 321 puntos de venta, distribuidas por 17 comunidades autónomas.
Pero, ¿qué datos nos dan realmente esas líneas blancas? Desde OBA señalan que se trata de una patología que no daña nuestra salud, pero sí que reduce el valor nutricional de este alimento. Para saber si realmente es cierta o no esta información, hemos decidido indagar más en por qué salen estas líneas blancas. La respuesta es el rápido crecimiento del animal.
Como ha explicado la farmacéutica Gemma del Caño en redes sociales, es crucial distinguir entre seguridad alimentaria y el bienestar animal: "son estrías blancas que salen por el rápido crecimiento (como las nuestras) y no supone un riesgo para el consumo, ni (aunque lo digan) empeora la calidad nutricional", explica la experta. Y es que la presencia de estas líneas blancas no comprometería la calidad de las pechugas de pollo.
Como ha aclarado Gemma del Caño, estas estrías blancas no tienen nada que ver con una manipulación genética ni hormonal de los pollos, simplemente aparecen porque se mueven poco y crecen rápido. Como explican desde Vitónica, se dan porque se forman miopatías es decir, que el tejido muscular se rompe y en su lugar se forma tejido adiposo o conectivo. La falta de movimiento también es la razón por la que la carne es más blanca que la de los pollos de corral o camperos, que se mueven libremente y tienen un color más vivo, más amarillento y, sobre todo, tienen un crecimiento más lento. Y es que, un estudio científico ha explicado que esas estrías blancas afectarían de entre al 63% y el 78% de los pollos de las razas de crecimiento rápido. Sin embargo, solo en torno al 9% de los pollos de crecimiento lento.
La diferencia entre ambas carnes reside, evidentemente, en el bienestar del animal, algo que, si buscas tener en cuenta en los productos que consumes, siempre es mejor decantarse por opciones que aboguen por ello. Pero en cuanto a la calidad del producto no se ve especialmente comprometida por la aparición de estas líneas, aunque es cierto que su versión de pollo de corral tiende a estar más dura y variar levemente en su sabor.
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