La posible falta de calcio es algo que nos preocupa. De ahí que cada vez más y más gente este recurriendo a los suplementos de este mineral. No es de extrañar, si nos fijamos en el los resultados del estudio ANIBES, el 80% de la población española presenta consumos de calcio y magnesio menores a las recomendaciones, algo que también ocurre en el 72 % de la población a nivel europeo. Nos falta calcio, pero, ¿son realmente una buena alternativa los complementos alimenticios de calcio?
Ana María Lajusticia, una reconocida bioquímica y divulgadora, conocida por sus investigaciones sobre nutrición y salud, insiste en no tomar suplementos de calcio. De hecho, en una de sus entrevistas quiso dejar bien clara su postura: "Yo nunca he sacado calcio a la venta. ¿Sabes por qué? Porque sé que hace daño, porque contrae las arterias y las forra.", explicaba.
En su lugar, la experta despunta la importa del magnesio, ya que es crucial para que el calcio se absorba y se vaya distribuyendo de forma correcta por el cuerpo, previniendo esa calcificación de los tejidos. De hecho, según indican los estudios científicos, este mineral ha demostrado tener eficacia a la hora de prevenir la eclampsia, la preeclampsia, la arritmia, así como el asma grave.
Hay que tener en cuenta que si tenemos una dieta equilibrada no tendríamos por qué presentar una deficiencia de calcio y el hecho de recurrir a los suplementos de este mineral podría derivar en un exceso del mismo en nuestro organismo. Y es que, como indican nuestros compañeros de Vitónica, el calcio en exceso puede acumularse los tejidos blandos como las arterias y también ocasionar alteraciones del ritmo cardíaco como palpitaciones o arritmias, algo que a la larga podría condicionar la salud de nuestro cerebro.
Un exceso de calcio en nuestro organismo también podría derivar en cálculos renales y falla renal, hipertensión arterial, debilidad muscular y dolor intenso si afecta las articulaciones, incluso graves malestares digestivos pudiendo ocasionar una úlcera. La mayor y más severa consecuencia podría llegar a ser un paro cardíaco, explican desde Vitónica.
Entonces, ¿cambiamos los suplementos de calcio por los de magnesio? La respuesta no es un sí rotundo. Y es que podemos optar por una alimentación consciente en la que los productos ricos en magnesio tengan una fuerte presencia. Para ello, hemos tomado nota de algunos ejemplos que ha compartido la nutricionista Gabriela Gottau en un artículo de Vitónica.
- Semillas: especialmente las pipas de girasol o las de calabaza despuntan por tener altas concentraciones de este nutriente. Puedes añadirlas a tus ensaladas, como topping en tus cremas calientes o a modo snack saludable entre comidas.
- Cacao o chocolate negro: es una gran fuente de magnesio. Podemos espolvorearlo en nuestra taza de café diario si optamos por su versión en polvo o, en su defecto, disfrutar de un toque más dulce con una onza a modo de postre tras la comida.
- Frutos secos: despuntan las almendras porque son alimentos muy ricos en magnesio. Un aperitivo ideal que, además de ser saciante, te ayuda a subir los niveles de este nutriente tan esencial.
- Legumbres: hay que hacer una mención especial a las legumbres oleosas como pueden ser el cacahuete o la soja, con altas concentraciones de magnesio.
- Granos enteros: destacan el trigo integral y derivados. Perfectos para esas tostadas a primera hora de la mañana, para empezar el día con un pequeño chute de magnesio.
Sigue las recomendaciones de Ana María Lajusticia y deja a un lado los suplementos de calcio, en su lugar, fíjate en esos alimentos ricos en calcio y magnesio, en busca de una dieta más completa en la que no dejes lugar a un posible déficit de estos minerales.
Fotos | Pixabay en Pexels, Polina Tankilevitch en Pexels
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