En cuanto a los horarios de sueño europeos, España es el país que más difiere en comparación con sus países compañeros. Irremediablemente, todo va ligado a la cultura del propio país, así como las horas de luz del mismo. Basta con viajar a otros lugares pertenecientes a la Unión Europea para darnos cuenta de que mientras que las cenas se sirven entre las 18:00 y las 20:00 de la tarde, en España podemos perfectamente iniciar nuestra última comida del día a las 22:00.
Estas cenas más tardías están posteriormente ligadas a acostarnos también más tarde, un hábito que podría derivar en horarios de sueño que no alcanzan esa media de horas diaria recomendadas por los estudios científicos y que oscilan entre las 7 y 9 horas por noche, para que la salud no se vea comprometida a la larga.
Ha sido un estudio a gran escala sobre el comportamiento del sueño, llevado a cabo por los científicos de Stanford Medicine, el que ha notificado que los noctámbulos realmente no prosperan a altas horas de la noche. De hecho, la tendencia natural a permanecer despierto hasta altas horas de la mañana podría llegar a afectar a nuestra salud mental.
En el estudio anteriormente nombrado, han participado 75.000 adultos, comparado el horario de sueño preferido de los participantes, observando así su comportamiento real de sueño. En la investigación, se observó que, independientemente de la hora de dormir preferida de cada uno, a todos le beneficiaba más acostarse temprano. De hecho, el dato que más nos ha sorprendido, es que tanto los madrugadores como los noctámbulos tendían a presentar tasas más altas de trastornos mentales y conductuales si se quedaban despiertos hasta tarde.
Otro de los datos a destacar de la investigación, es que aquellas personas que se acostaban regularmente después de la 01:00 de la madrugada podrían tener más probabilidades de sufrir trastornos de salud mental como depresión y ansiedad en comparación con quienes se acostaban antes. En concreto, los noctámbulos alineados con su cronotipo tendrían entre un 20% y un 40% más de probabilidades de recibir un diagnóstico de trastorno de salud mental que sus compañeros con un horario de sueño más temprano.
Es importante también tener en cuenta que este estudio, a pesar de contar con un amplio número de participantes, presenta ciertos límites, ya que los adultos que formaron parte de la muestra eran mayoritariamente caucásicos de mediana edad o mayores, algo que no supone una visión al 100% completa de la sociedad. Aún así, los resultados del mismo apuestan por horarios de sueño acordes a nuestros ritmos circadianos.
Fotos | Andrea Piacquadio en Pexels, Anna Nekrashevich en Pexels
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