En enero de 2019 Megan decidió dar un giro a su vida. Por aquel entonces, pesaba 159 kilos, algo que la llevó a cambiar sus hábitos de vida para conseguir bajar de peso de forma natural, sin tener que recurrir a operaciones estéticas ni dietas milagro. En tan solo 10 meses el cambio era evidente, y es que perdió hasta 90 kilos, un dato que nos ha dejado boquiabiertos, preguntándonos, ¿cómo lo ha conseguido?
Megan era una mujer que intentaba conciliar su papel como ejecutiva de una empresa con el de madre de dos hijos. Al llegar a casa, tras un largo día de trabajo, solo pensaba en dedicarle tiempo a sus niños y se olvidaba, o no encontraba el hueco para prestar atención a su salud, optando siempre por comida rápida o alimentos ultraprocesados tras un día agotador.
El verdadero problema empezó cuando Megan se percató de que cada vez le costaba más y más subir las escaleras, que se ahogaba en el intento de andar un par de metros o que por las noches empezó a sufrir apnea del sueño. Todo parecían ser trabas cuando su peso ascendía, de ahí que decidió hacer una serie de cambios en su día a día para bajar de peso.
El paso a paso de la gran transformación física
Aunque Megan había convivido con el sobrepeso la mayor parte de su vida, ahora los problemas de obesidad le estaban pasando factura en su día a día. Por eso, tras haberlo intentando en otras ocasiones, decidió que está iba a ser la definitiva y así fue. Según la entrevista que ofreció a Runner's World, la clave del éxito para conseguir esta vez su propósito fue la fortaleza mental, pero, sobre todo, contar al máximo posible de gente su objetivo.
Empezó focalizando la atención sobre la alimentación, y es que como explica en su perfil de Instagram: "era una adicta al azúcar que ahora está aprendiendo el arte del mantenimiento del peso". En su nueva etapa decidió eliminar la comida basura y reducir la ingesta de azúcares añadidos, optando por una alimentación más consciente y equilibrada.
Ejercicio físico
Además de una dieta más saludable, Megan también incorporó el deporte a su rutina. Comenzó a caminar a diario y poco a poco las caminatas se fueron transformando en sesiones de running, algo que siempre había querido practicar pero que su condición física le frenaba. Así fue como consiguió completar su primera carrera de 5 kilómetros en octubre de 2022, dándose cuenta de que, además de hacer el deporte que le gustaba, dicha actividad física era todo un plus para perder peso.
Aunque el cardio se volvió un básico de su rutina, en su sexto mes de pérdida de peso, Megan comenzó a añadir entrenamientos de fuerza. Este tipo de ejercicios que nos ayudan a tonificar los músculos, como explican nuestros compañeros de Vitónica, son un must para mantener y mejorar nuestra masa muscular.
En sus redes sociales Megan lo dejaba claro, para empezar un proceso de cambio de estas características hay que ser valiente, y ella desde luego que lo fue. Consiguió superarse en todos los sentidos, dando un cambio radical a base de perseverancia, tanto con el ejercicio físico como con la alimentación, lo que le ha permitido no solo bajar unos cuantos números en la báscula, sino mejorar de forma notable su salud.
Fotos| Instagram
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