Cuando se trata de dar con superalimentos, las frutas y las verduras siempre despuntan, con opciones cuyas propiedades son tan amplias que, evidentemente, entendemos que se han ganado a pulso esa etiqueta de "grandes aliados en nuestra dieta". Solemos prestar atención a los productos de temporada, decantándonos en verano por los clásicos de la época estival y viceversa con los meses de frío. Pero, ¿y si existiera un superalimento que es un acierto durante todo el año y que a penas le prestamos atención?
Estamos hablando de un clásico en todas las despensas, la ciruela pasa, y es que esta fruta deshidratada es todo un must en nuestra alimentación. Un producto que destaca especialmente por su alto contenido de fibra, antioxidantes y proteínas que además, se encarga de fortalecer los huesos y aumenta nuestra masa muscular.
Beneficios de las ciruelas deshidratadas para nuestra salud
- Aportan fibra, vitaminas y minerales: las ciruelas pasas también contienen varios bioactivos dietéticos, incluidos compuestos fenólicos que ayudarían a nuestra salud ósea, según indican los estudios científicos.
- Las investigaciones científicas han notificado que las ciruelas secas podrían ejercer un efecto sobre la salud mineral ósea. En esas investigaciones se comprobó como tomar ciruelas secas podría tener un efecto significativamente positivo en las personas que las consumían, especialmente en las mujeres posmenopáusicas que buscaban satisfacer el requerimiento diario de frutas.
- Presentan una mayor cantidad de vitamina K en comparación con otras frutas: esta es una de las razones por las que podrían influir en la salud de los huesos, ayudando a mejorar el equilibrio del calcio, ya que dicha vitamina se encarga de la formación ósea. Además, el consumo de cuatro ciruelas pasas ya tiene casi el 25% del valor diario de vitamina K que debemos alcanzar, algo que junto con el potasio de las pasas frena la pérdida de calcio del hueso.
- Destaca por la presencia de proteínas como la IGF-1 que despunta por fomentar el desarrollo del tejido muscular.
- Mejoran el colesterol total, la capacidad antioxidante y reducen la inflamación en mujeres posmenopáusicas sanas, según señalan las investigaciones científicas.
- Combaten el estreñimiento: al ser alimentos ricos en fibras, como la pectina, la celulosa y la hemicelulosa, ayudan a regular el intestino funcionando como un laxante natural que favorece la eliminación de las heces.
Está claro que esta fruta es todo un acierto incluirla en la dieta ya que es un snack saludable al que podemos recurrir entre horas para matar el gusanillo, a la par que disfrutamos de toda su amplia lista de beneficios. Un aperitivo que puede ser un gran aliado en una alimentación equilibrada.
Fotos | Lisa Fotios en Pexels, Oleksandr P en Pexels
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