Podría decirte que pruebes alguna de estas posturas para salir de la rutina en el sexo, pero si lo que buscas es aumentar el deseo, antes de probar posturas nuevas te voy a contar un secreto que podría cambiar no solo tus relaciones de pareja, también tu relación con tu propio cuerpo.
Hablo del método del mapeo sexual, una técnica para aumentar el deseo. Te contamos en qué consiste y cómo ponerlo en práctica para que tú te dediques solo a disfrutar.
Qué es el método del mapeo sexual
La técnica del mapeo sexual es una práctica de autodescubrimiento que consiste en exportar nuestro cuerpo, y también el de nuestra pareja. ¿Para qué? Para buscar zonas erógenas o sensibles que no conocemos. Podríamos traducirlo como hacer un mapa de nuestros cuerpos.
Se apoya en el peaking o slow sex y no busca el orgasmo ni persigue la penetración, sino que busca que nos recreemos en todos los rincones del cuerpo. Y funciona. Este estudio publicado en Archives of Sexual Behavior en 2020 ya analizaba los efectos del tacto y la vista en el deseo. Para ello, se usó una muestra de 613 personas, 407 de ellas mujeres, en el que respondían sobre la intensidad de la excitación sexual en diferentes partes del cuerpo al ser tocados y mirados.
La conclusión fue que existe excitación más allá de los genitales. Además se habló del llamado “espejo erógeno”, que hace referencia a las zonas del cuerpo de nuestra pareja que nos excita tocar y que es un reflejo directo de la experiencia erógena del yo en el otro.
Los beneficios del mapeo sexual a solas y en pareja
Pues bien, el mapeo sexual lo que invita es a explorar las diferentes partes del cuerpo, tanto nuestras (con la masturbación) como en pareja, prestando atención a nuestras sensaciones y nuestras respuestas a dichos estímulos. Un poco en sintonía con el mindful sex.
En pareja, esta práctica mejora no solo el placer sexual, también la conexión con nuestra pareja y la intimidad (algo imprescindible si queremos que una relación de pareja funcione), pero en solitario está lleno de beneficios también, porque aprenderemos qué nos gusta y cómo y decirlo en nuestras relaciones sexuales futuras. Por si eso fuera poco, nos ayuda a querer nuestro cuerpo y aceptarlo tal y como es.
Cómo practicar el mapeo sexual
Lo primero de todo y lo más importante coincide con lo que tienes que hacer para conseguir un squirt: relajación y tiempo. No es una práctica rápida, sino una oportunidad de disfrutar sin mirar el reloj y centrándonos solo en el placer.
Si quieres favorecer el clima, ponte alguna de las canciones sexys de las que te hablo aquí, enciende unas velas, apaga la luz y dedica tiempo. Puedes probar con un poco de dirty talk antes de ponernos al lío. Lo que sea para aumentar la excitación.
El mapeo sexual puede hacerse con las manos, la boca, una pluma, o lo que nos ocurra, porque de lo que se trata es de tomarnos nuestro tiempo. Tocar, tocar y tocar hasta descubrir cada uno de los rincones. Sin ningún tipo de prisa. Cuanto más espacio y tiempo te des para explorar y explorar, mejor. Podrás saber no sólo dónde te gusta tocar y que te toquen, también qué tipo de contacto y qué zonas erógenas te excitan más.
Podemos usar por ejemplo un masaje erótico como herramienta de mapeo, o simplemente trazar una línea de besos por la constelación de pecas de su espalda. Cada rincón es explorable, así que prepárate, que la búsqueda del tesoro ha comenzado y el objetivo es encontrar todo el placer posible.
Fotos | GeoJango Maps, henri meilhac, Victoria Strukovskaya y Jakob Owens en Unsplash
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