Por unos 20 euros puedes tener un novio personalizado, que "te quiera" vía app. Pero, ¿cómo funciona? ¿Por qué querríamos usarla? ¿Cuáles son los riesgos? Siglo XXI, no dejas de sorprenderme.
Un novio a medida, conversaciones reales vía mensajes de texto... es lo que promete la app Invisible Boyfriend, que también cuenta con su versión femenina, Invisible girlfriend.
Cómo funciona
Esta aplicación está pensada para que te fabriques al muchacho perfecto, ese que en realidad… no existe.
Primero creamos al noviete:
- Puedes elegir su aspecto de entre un montón de fotos disponibles o, atentas, subir tú la foto que quieras. Brad (Pitt) y George (Clooney) no saben la de novias que van a tener por aquí.
- Puedes darle una “personalidad”.
- Puedes crear “vuestro pasado”, vuestra historia, es decir: cómo os conocisteis.
Y luego… ¡a disfrutar de “nuestro amor”!:
La app permite tener conversaciones con nuestro novio de mentirijillas a través de mensajes. ¿Y cómo lo hacen para que parezca que hablamos con una persona? Pues porque no es un robot, un programa, con el que hablas: según los creadores lo que hay detrás de la app son… ¡personas reales expertas en relaciones! Ahí es nada.
Sí: con quien hablas es con una persona que a su vez lleva conversaciones con varias usuarias, adaptándose a los gustos y necesidades de cada una. ¿Pensarán en esto las clientas? ¿Habrá querido alguna conocer a la persona detrás de esos mensajes tan perfectos? Me pregunto yo.
¿Por qué alguien querría usar esta app?
Según la empresa responsable de la aplicación: 1) esta aplicación es una especie de “lugar seguro”, un entorno en el que no corremos el riesgo de que nos hagan daño y en el que podemos ser nosotros mismos. 2) Puede usarse como entrenamiento antes de tirarnos de cabeza a una relación real. 3) Es complicado encontrar personas que cumplan nuestras expectativas.
Si vas a usar esta app como mero entretenimiento, como el que tiene un Tamagotchi, no hay nada más que comentar, pero… pero si entramos en estos motivos que detallan desde la web de la app, ahí sí que creo que deberías reflexionar antes de hacerlo. Vayamos por puntos:
Si no quieres asumir riesgos...
Vale, compro: adentrarse en una nueva relación comporta cierto riesgo emocional, pero evitarlo no tiene ningún sentido, por mucho que nos parezca a priori buena idea.
“La evitación” es algo contra lo que los psicólogos trabajamos a diario, porque no es positiva en absoluto: consigue eliminar un malestar a corto plazo pero no nos da herramientas para afrontar las cosas a largo plazo.
En lo que a relaciones se refiere lo de evitar lo único a lo que nos puede llevar es a… ¿lo adivinas? Perdernos todo lo bueno y encima nos condena a repetir, como si de una maldición se tratase, una y otra vez nuestros errores. ¿Por qué? Porque al no exponernos, al no hacerlo, al escondernos, no aprendemos, por lo que es más fácil que cometamos un error en el futuro.
Si a lo largo de tu vida has tenido una y otra vez relaciones que te han hecho daño lo que de verdad te puede ayudar es plantearte qué tipo de pareja has estado eligiendo, qué características te atraen de ellos y qué señales de alarma estabas obviando… Por otra parte conviene tener claros nuestros límites y ser conscientes de que hay que ponerlos en práctica.
Además, la premisa de esta app, el evitarte el posible daño de una relación real, está cargada de un proteccionismo nada bueno, porque si hay algo que debemos acepar es que en la vida no lo controlamos todo y que el sufrimiento forma parte de ella. Es decir, nosotros podemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para que no nos fastidien pero aun así puede pasar. ¿La clave? No se acaba el mundo? Sobrevivirás, y serás más lista y estarás más preparada. ¡Tírate a la piscina en lugar de esconderte bajo la toalla!
De expectativas está el cementerio de las relaciones lleno
Sí, los de esta app tienen toda la razón: es complicado encontrar a alguien que cumpla todas nuestras expectativas… pero no es ése el problema, y desde luego usar esta aplicación no es la solución.
Creer que nuestra pareja ha de ser perfecta de acuerdo con nuestras expectativas es igual que pretender encontrar unos zapatos que sean bonitos, que nos hagan unas piernas y un culo perfectos, que peguen con todo, que no se manchen, que sean baratos, que nos permitan llevar una postura correcta en la espalda y que no solo no nos hagan daño sino que nos proporcionen un masaje en los pinreles que haga que el estrés se vaya para no volver. A ver, si los encuentras avisa, por fa, pero lo veo complicado.
Es imposible que alguien encaje en un patrón que es absolutamente imposible salvo que lo diseñaras tú misma… y aun así tampoco te asegurarías el éxito porque las personas cambiamos, porque en realidad, y esto es un puntazo, aunque nos creamos que sí, es que no solemos tener muy claro qué queremos.
Cambiemos eso de tener expectativas por tener una lista de básicos que sí que queremos en el otro, y lo que es más importante, una lista de lo que no queremos. Seamos flexibles y arriesguemos, seguro que nos llevamos una grata sorpresa en el momento en el que cambiemos el microscopio analizador por unas gafas de sol y una merienda en una terraza.
Una app para ellas y una para ellos, porque al parecer no buscamos lo mismo
Nada más entrar en la web de la app podemos leer lo siguiente: “¿Cansada de que te juzguen por estar soltera? Invisible boyfriend te proporciona la prueba de cara a la sociedad de que tienes una relación, y así puedes vivir tu vida tranquilamente como te apetezca”. Oigan, amigos de la app, os llaman de 1925, que dicen que os echan de menos.
Por supuesto, ay, señores, cuando entramos en la versión para chicos heterosexuales de la app el mensaje es bien distinto: “¿Quieres ser mejor conversador? Practica tus habilidades con Invisible girlfriend.”
Esto... ¿en serio? En lugar de buscar que a las mujeres dejen de darnos la tabarra con ciertas cosas que ya, a estas alturas, están obsoletitas, lo que nos venden es algo para “taparlo”. En lugar de… Mire, no tengo nada más que añadir, señor juez, salvo que: si quieres entretenerte un rato y te sobran 20 euros, adelante, pero para todo lo demás… ¡viva la carne y el roce!
Fotos: Pixabay.com
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