La Universidad de Harvard aseguraba que es necesario tener al menos dos amigos a los que llamar en mitad de la noche. La calidad de nuestras relaciones determina nuestra salud, felicidad y posibilidades de una larga vida según Robin Dunbar, profesor emérito de psicología evolutiva en la Universidad de Oxford. La amistad, como revela Dunbar, requiere inversión. "Muere rápido" cuando no se le da mantenimiento, pero algunas amistades podrían no tener un efecto tan positivo. Hay ocasiones en que todo se complica cuando vemos que nuestro amigo o amiga desborda negatividad.
Pero a menudo, esta mentalidad es sintomática de un problema mayor como aseguró a la CNBC Thema Bryant, presidenta de la Asociación Estadounidense de Psicología formada en Harvard. La irritabilidad, las conversaciones contraproducentes y las afirmaciones que “generalizan su propia indignidad” son señales de que alguien no está en un buen lugar mentalmente, aseguraba.
Dunbar, que ha escrito numerosos libros sobre la amistad como ‘How Many Friends Does One Person Need?’ o ‘Friends’, aseguraba en el podcast ‘3 books’ de Neil Pasricha, que existe una habilidad social importante en el contexto de la confianza y la amistad, la capacidad de comprender lo que piensan otras personas, de ver por qué se comportaron de la forma en que lo hicieron. Puede que esa negatividad esconda un mla momento por el que está pasando tu amigo o amiga.
Cuando entendemos que esa negatividad es porque algo malo ocurre o porque no está pasando por su mejor momento, podemos ofrecer ayuda a esa persona. Pero evitando ser su terapeuta. Sí, como lo lees. Un amigo no es un psicólogo, es un amigo que está ahí para ayudar a otro a conseguir los recursos necesarios, pero tiene limitaciones. Como explicaba Bryant, puede que nos veamos en esta situación sin saber muy bien qué hacer, pero hay cinco cosas que podemos hacer para ayudarle.
Asegúrate de estar bien tú antes de ayudar a otros
Para poder manejar una conversación profunda tenemos que tirar de escucha activa y dejar que la otra persona nos cuente por lo que está pasando, validando sus emociones. Eso sí, es importante que hagamos un balance de nuestra propia salud mental y acercarnos “sólo si tienes suficiente en tu tanque", dijo Bryant. Si estamos bien, podemos ayudar a otros. Si no lo estamos, es mejor dejar en manos de otras personas ese trabajo.
Haz preguntas específicas
Si preguntamos “qué te pasa”, es probable que recibamos un “nada” como respuesta. A veces nos cuesta mostrarnos vulnerables a ojos de otra persona, y preferimos guardar nuestro sufrimiento para nosotros porque pensamos que no nos van a entender o que nos van a juzgar. En su lugar, puedes hacer preguntas que indiquen que deseas una respuesta real. Una sencilla “¿Cómo ha sido tu semana?” para romper el hielo.
El ritmo y el tiempo son importantes
Nos preocupa la otra persona y queremos saber lo que le ocurre pero podemos caer en abordarlo con decenas de preguntas. “Disminuye la velocidad al hacer preguntas y asegúrate de tener tiempo para una conversación completa”, explicaba Bryant.
Escucha sin juzgar
“Compasión total, sin juicio” asegura la experta. Queremos que la otra persona se sienta segura abriéndose y contándonos los problemas, así que tira de inteligencia emocional con frases como “te escucho” o “cuéntame más”.
Haz un seguimiento
No basta solo con que tu amigo o amiga se desahogue, es importante que sepan que estás ahí para ellos, así que haz un seguimiento y pregunta pasado un tiempo. Si al hacerlo te contestan que están bien, pregunta una vez más. “Si insisten en que están contentos, hazles saber que estás disponible para hablar si cambian de opinión”, explicaba Bryant.
Y una cosa más. Si sientes que es demasiado grande para ti y no puedes ayudarle, haz saber a tu amigo tus limitaciones. Puedes decirles lo que propone la psicóloga: “Valoro nuestra amistad, pero para ser honesta, escucho lo que dices y no estoy segura de cómo ayudarte. No sé si estás dispuesto a hablar con un terapeuta porque parece que lo que estás pasando es enorme”. Sugerir ayuda profesional puede parecer demasiado a veces, pero es mejor que no abordar el sufrimiento de tu amigo.
Fotos | Gossip Girl
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