Parafraseando al rey emérito en uno de sus hits, “lo siento, me he equivocado. No volverá a ocurrir”. Esto es lo que deberíamos decir después de leer algunos de los errores que sin saberlo, estamos cometiendo en la cama.
Y aunque solo hemos puesto siete, lo cierto es que hay muchos más, pero vamos a comenzar poco a poco para poder ir subsanándolos de uno en uno. Así conseguiremos que nuestras relaciones sexuales sean mejores y más placenteras para todos los participantes.
Hablar poco (o nada) de sexo
Hay personas que pensarán que el mundo era un lugar mejor cuando el sexo era tabú. Pues la verdad es que esas personas no pueden estar más equivocadas. Equivocadísimas. El sexo es un tema del que hay que hablar en pareja.
La psicóloga clínica Elena García Vega nos explicaba que para hablar de sexo hay que usar una comunicación asertiva “basada en hablar desde el yo pero respetando al otro”. Hablar de lo que esperamos de las relaciones, de la frecuencia de los encuentros, de lo que nos gusta, de lo que fantaseamos con hacer… Estamos compartiendo un vínculo muy íntimo al tener sexo con alguien, y no hablar en este caso es un error.
Pensar que el sexo es solo penetración
Tenemos que abolir de una vez por todas esta creencia. El sexo es desde besarnos hasta masturbar a nuestra pareja, pasando por el petting, el sexting o el sexo oral (sí, hacer un cunnilingus también es sexo) por ponerte solo algunos ejemplos.
Eso de que “si no te la meten no es sexo” es un error enorme. No solo porque reducir el sexo solo a la penetración es aburrido y deja de lado cientos de prácticas, sino porque las personas con vulva no necesitamos el “coito” para alcanzar un orgasmo.
De hecho, según este estudio solo 3 de cada 10 mujeres alcanzan el orgasmo con la penetración, y un 61% afirma que le resulta más fácil llegar al orgasmo a través de la estimulación del clítoris.
Centrarnos en el orgasmo
Tendemos a centrar las relaciones sexuales en llegar al orgasmo y a olvidarnos de todo el placer que hay por el camino. Y no solo eso, está demostrado que retrasar el momento del orgasmo es la clave para disfrutar de una mejor experiencia sexual.
Olvidarnos de nuestra pareja una vez hemos llegado al orgasmo
Acompáñame en esta triste historia en la que voy a contarte el encuentro sexual que peor me hizo sentir en toda mi vida. No solo me hizo sentir utilizada, sino que redujo mi autoestima a la mínima expresión y fue un gesto que marcó el inicio de la decadencia de mi vida en pareja con mi último ex. Estábamos practicando sexo, él se corrió, se fue al baño nada más terminar y sin decir nada y desde la puerta del baño me dijo: termina tú.
La fantasía es que aguanté un año más con ese ser humano con una nula responsabilidad afectiva y una pésima empatía. Terminar y largarse es una de las peores cosas que podemos hacer en la cama. En el sexo el antes y el después es tan importante como el propio momento del coito. Un abrazo o un beso después del sexo no solo es recomendable, es necesario.
El abrazo es una forma de mostrar conexión emocional que no está reñida con ser situationships. Cuando nos abrazan se liberan hormonas como la oxitocina y se reducen los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que nos ayuda a sentirnos más relajados.
Fingir el orgasmo
Meg Ryan en Cuando Harry encontró a Sally es un ejemplo de una mujer fingiendo un orgasmo. Pero no es solo algo que pase en las películas: más de la mitad de las mujeres finge sus orgasmos y el 40% lo hace para hacer sentir bien a su pareja. Son datos de un estudio que LELO realizó en 2019 y lo cierto es siguen siendo, por desgracia, porcentajes vigentes.
No solo son malos para nosotras si los fingimos, puesto que nos estamos perdiendo la oportunidad de experimentar uno de verdad, sino que tampoco son buenos para nuestra pareja. Le estamos enviando un mensaje equivocado.
Tener la cabeza en otro lado
Hay muchos estudios que confirman que a mayor distracción cognitiva menor excitación y placer. Y no es algo exclusivo de un género. Según este estudio publicado en Archives of sexual behavior, tanto hombres como mujeres tenemos pensamientos “intrusivos” durante los encuentros sexuales.
No estar presentes en el acto sexual y convertirnos en espectadores es lo que se llama spectatoring y nos perjudica más de lo que crees. Aprender a concentrarnos en la cama puede darnos mayores orgasmos y mejores tal y como nos explicaba la sexóloga Mamen Jiménez. Practicar el mindful sex, por ejemplo.
Fotos | Toa Heftiba, Mia Harvey, Connor James y Arren Mills en Unsplash
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