Joel Calata
EditorEs muy común que, en la era digital, las tendencias sexuales y las técnicas para mejorar la intimidad circulen rápidamente a través de plataformas garanizando grandes resultados para mejorar nuestra salud sexual. Sin embargo, una de las más recientes en captar la atención de miles de usuarios es la llamada "técnica de los cuatro minutos", una estrategia que promete llevar a la pareja al orgasmo en un tiempo récord a través del juego previo cronometrado. Pero, ¿qué tan efectiva es realmente esta técnica? ¿Y qué dice la ciencia sobre ello?
La técnica cronometrada de cuatro minutos se basa en la idea de que un juego previo intenso, enfocado y sin distracciones, puede aumentar la excitación y acortar el tiempo necesario para alcanzar el clímax.
Según los creadores de contenido que la promueven, el secreto está en dedicar esos minutos exclusivamente a la estimulación sensorial, combinando besos, caricias, contacto visual y, en algunos casos, técnicas específicas de estimulación genital.
Si bien la idea de reducir el tiempo necesario para alcanzar el orgasmo puede parecer atractiva, diversos estudios sobre sexualidad sugieren que la experiencia placentera no está necesariamente ligada a la rapidez con la que se alcanza el clímax.
De hecho, según la sexóloga y coach de relaciones Tanya Koens, el juego previo puede ser fundamental para mejorar la satisfacción sexual en parejas, especialmente en mujeres, para quienes el orgasmo suele depender de una estimulación prolongada y variada.
¿Es recomendable seguir esta tendencia?
Como tal, esta tendencia requiere de un lapso cronometrado de 4 minutos para que, en la pareja, se puedan explorar oportunidades de sentir placer, sin embargo, aunque esta técnica de los cuatro minutos puede ser una estrategia divertida para agregar variedad a la intimidad, no debe verse como una regla universal ni como una presión para alcanzar el orgasmo rápidamente.
El ejercicio de la sexualidad es un proceso que depende de factores físicos, psicológicos y emocionales, y cada pareja tiene su propio ritmo y preferencias. En lugar de enfocarse en el tiempo, los expertos recomiendan priorizar la comunicación con la pareja, la exploración de nuevas formas de placer y la eliminación de expectativas poco realistas que puedan generar ansiedad. Al final, el objetivo del sexo no debe ser sólo el orgasmo, sino el disfrute mutuo y la conexión emocional.
Entonces, ¿cuánto tiempo es suficiente?
De acuerdo a Koens, "las personas con vulva necesitan tiempo para excitarse. Su cuerpo tarda entre 45 y 60 minutos en hacer todo lo que necesita hacer en el interior para que el sexo sea lo más placentero posible".
Afirma además que "la vagina tarda un tiempo en hincharse y las paredes vaginales en sudar. El punto A, el punto O y el punto G se llenan de sangre y se hinchan, por lo que resulta agradable empujarlos si se introduce algo en la vagina", continúa Koens.
Durante este periodo de juegos previos, el flujo sanguíneo hacia los genitales aumenta significativamente, lo que provoca que los tejidos de la vulva y la vagina se hinchen y se vuelvan más sensibles, además, el cuello uterino se eleva, alejándose de la entrada de la vagina, que ayuda a facilitar la penetración.
En resumen, Koens dice que un mínimo de 20 minutos de "relaciones exteriores" o juegos previos podrían ayudar a las parejas a tener sexo verdaderamente alucinante.
Las tendencias sexuales en redes sociales pueden ofrecer nuevas ideas y perspectivas sobre la intimidad, pero no todas son aplicables a todas las personas. La técnica de los cuatro minutos puede ser efectiva para algunas parejas como un juego erótico, pero no debe sustituir la exploración profunda de la sexualidad y el placer.
Foto de anait en Unsplash | Claudia Love en Unsplash
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