Los planes de pensiones son un producto financiero que está especialmente pensado para el momento de la jubilación y no se puede disponer de su líquido hasta que no se cumplen una serie de requisitos, que normalmente son: la jubilación, la invalidez, fallecimiento, dependencia severa o gran dependencia y algunos supuestos excepcionales de iliquidez.
Los planes de pensiones, por tanto, se convierten en una buena opción si lo que queremos es ahorrar a largo plazo. “El objetivo principal es proporcionar un respaldo complementario a la pensión pública de jubilación”, me dice Javier Fernández, Fiscalista del Departamento Tributario de dPG Legal. “Los partícipes pueden realizar aportaciones a lo largo de su vida laboral, y estas aportaciones se invierten en diversos activos financieros de acuerdo con la política de inversión ofrecida por el plan. Cuando llega el momento de la jubilación, los ingresos acumulados se distribuyen según los términos del acuerdo, ya sea en forma de renta o de capital”. Por lo que, un plan de pensiones nos obliga a comprometernos con nosotros mismos a reservar una parte de nuestro dinero para el futuro, pero, lo cierto es que, a nivel generalizado, siempre hemos visto estos productos financieros con miedo, o bueno, mejor dicho, con un poco de respeto, y como algo negativo por la mayor premisa de estos que es no poder “tocar” o “disponer” del dinero en el momento. Por lo que, uno de los grandes problemas de los planes de pensiones que están repletos de mitos y de falsas creencias consecuencia de la falta de información y de asesoramiento financiero.
Y esto se refleja en las cifras. Si nos fijamos en cuáles han sido las aportaciones medias en los planes de pensiones en los últimos años se puede vislumbrar ese “miedo”. Dichas aportaciones se han reducido en 7.124 millones desde 2021, y en 2023, entró en vigor el nuevo límite legal máximo sobre el que poder aportar en un plan de pensiones el cual pasó de ser de 8.000 euros a 2.000 euros, y el cual se prevé que baje en los próximos años a los 1.500 euros, según recoge Cinco Días en este artículo, basando en datos de este estudio.
Las posibles desventajas de un plan de pensiones
Viendo este panorama, la mayor duda que se me plantea es, ¿cuáles serían entonces las desventajas? “Entre las posibles desventajas, encontramos la liquidez limitada, ya que el dinero no está disponible hasta la jubilación o diez años después de la aportación inicial, salvo en circunstancias muy concretas (como padecer una enfermedad grave o estar en paro durante un periodo prolongado)”, me explica el experto. Y, por otro lado, otra de las posibles inconvenientes de estos planes es que también existe la posibilidad de que el valor de este varíe en función del mercado ya que, como es lógico, van a pasar varios años hasta que se pueda disponer del capital invertido. “La mayor desventaja, es que, en el momento del rescate, se produce la tributación en la base general del IRPF en forma de rendimiento del trabajo del importe que se decida rescatar, por lo que, todo lo que el aportante ha ido ahorrando durante su vida laboral, cuando decide rescatar, termina “devolviendo” a Hacienda ese ahorro fiscal”, advierte el experto.
Entonces, la siguiente pregunta que me hago es, ¿merece la pena contratar un plan de pensiones? “Durante la vida laboral, las aportaciones pueden suponer un importante ahorro fiscal porque reducen la base imponible del aportante (IRPF). Además, puede complementar la pensión pública con ahorro para la jubilación, lo que le asegurará un mayor nivel de renta cuando llegue a la edad de jubilación”, por lo que elegir esta opción puede ser beneficiosa para tener una jubilación más cómoda, eso sí, “siempre que se conozcan las limitaciones del plan y se elija un plan adecuado al perfil de riesgo del partícipe”.
Si nos decidimos a contratar un plan de pensiones…
¿Cuándo es el mejor momento para hacerlo? Según el asesor, desde el momento en el que se inicia la vida laboral ya es posible comenzar a plantearnos la posibilidad de tenerlo y hay que tener en cuenta que “como consecuencia del efecto del interés compuesto, cuanto antes se empiece a ahorrar, menor será el esfuerzo financiero necesario”.
Y, yendo al grano, ¿cómo funciona un plan de pensiones? “Para que un plan de pensiones funcione, el partícipe debe realizar aportaciones, de forma constante o irregular. El perfil de riesgo del plan determina los tipos de activos que se incluyen en la cesta de activos en la que se invierten estas aportaciones. Estos activos pueden incluir acciones, bonos y otros instrumentos financieros. En caso de que el partícipe alcance la edad de jubilación, tiene la opción de retirar los fondos acumulados en forma de capital, una renta mensual o una combinación de ambas. La fiscalidad de los retiros y las aportaciones es uno de los factores más importantes que fomentan el uso de este tipo de asistencia”.
Pero esto no es todo porque el asesor financiero también me cuenta que existe otra alternativa a los planes de pensiones que quizás también puede ser interesante valorar. Se trata de los llamados Unit Linket, que son “una modalidad de contrato de seguro donde las aportaciones realizadas, una parte se destina al pago de la prima y el resto a la inversión en fondos. El importe de las aportaciones no está limitado legalmente. La mayor desventaja que tienen es que, no tienen una rentabilidad asegurada, pues depende de donde se decida invertir. A diferencia de los planes de pensiones, el Unit Linked se puede rescatar en cualquier momento (no está sujeto a ninguna condición de "gran dependencia" "jubilación" "gran invalidez"), y fiscalmente, tributan como renta del ahorro (al 26% como máximo). Por tanto, aunque anualmente no se "ahorre" en el IRPF como sí hemos visto que ocurre en los planes de pensiones, siempre se termina pagando menos en el momento del rescate”.
Asimismo, en caso de fallecimiento de los beneficiarios, “los herederos de los Unit Linked tributan en el Impuesto sobre Sucesiones (en Madrid, por ejemplo, de momento está bonificado al 99% de padres a hijos), mientras que, en el caso de los planes de pensiones, tributan en el IRPF de los sucesores”, nos explica el asesor.
Por lo que antes de contratar un plan de pensiones lo mejor es consultar a un experto que nos explique cuáles son todas las condiciones, los aportes y cómo y cuándo sería el rescate del dinero y valorar todas las posibilidades, si lo que realmente estamos pensando es contar con un capital adicional al de la pensión de la jubilación cuando acabe nuestra vida laboral.
Fotos | Sora Shimazaki AlphaTradeZone de Pexels
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