En un artículo publicado en Current Directions in Psychological Science, un equipo de investigadores revisó estudios sobre un rasgo personal que alguna vez estuvo muy extendido. Un rasgo caracterizado por la capacidad de reconocer con precisión las propias limitaciones y habilidades. La humildad.
La humildad es una virtud, pero como bien reflexionaban en el New York Times, ¿puede la gente humilde tener éxito en el mundo moderno? Lo cierto es que sí, pueden , porque las personas más inteligentes saben que no podemos saberlo todo, como la frase atribuida a Sócrates “solo sé que no sé nada”. Ser honesta contigo misma y admitir que eres ignorante sobre un tema es más común entre la gente inteligente. Es lo que se llama humildad intelectual. A grosso modo, la humildad intelectual es reconocer que no sabemos todo, y que por supuesto, no somos poseedores de la verdad absoluta.
Si hacemos caso a la ciencia, según un estudio publicado en The Journal of Positive Psychology, el aprendizaje requiere la humildad para darse cuenta de que uno tiene algo que aprender. Es decir, la ignorancia sobre la propia ignorancia es lo que nos hace ser atrevidos a la hora de hablar sobre cualquier tema y equivocarnos. Creemos que lo sabemos y hablamos, dejando de lado la escucha que nos proporcionaría más conocimiento que hablar sobre algo de lo que en realidad, no sabemos nada.
La humildad intelectual nos empuja al pensamiento reflexivo, a tener una mayor curiosidad y un pensamiento abierto. Se relaciona con una mejor toma de decisiones y un aprendizaje más rápido. También tiene impacto en la calidad de nuestras relaciones porque esta actitud promueve la apertura mental, nos impulsa a reconsiderar nuestras opiniones, a escuchar y respetar las creencias de otros y nos hace más receptivos a otros puntos de vista según la fundación John Templeton.
Este rasgo es más importante a nivel laboral de lo que imaginamos, porque en palabras de Jeff Bezos tener humildad intelectual es un sello distintivo de la verdadera inteligencia. Pero ¿cómo saber si tenemos humildad intelectual? Sencillo. Si eres capaz de reconocerte en estas afirmaciones estás de enhorabuena, tienes humildad intelectual.
Desafías tus propias creencias
Algunos estudios demuestran que cuando sentimos un ataque a nuestro sistema de creencias nuestro cerebro reacciona de la misma manera que lo haría frente a un peligro físico. Sin embargo, si tenemos humildad intelectual, seremos capaces de mantener una mentalidad abierta y alejada de esta sensación de lucha, y no tendremos miedo a cambiar, algo inherente al ser humano y a su evolución.
Estás abierta a valorar los puntos de vista de otras personas
La neurocientífica social Clara Pretus, afirmaba en un episodio de ‘El cazador de cerebros’ de RTVE, que “cuando discutimos temas importantes y controvertidos con otras personas, nuestras respuestas iniciales a sus argumentos tienden a estar influenciadas por nuestra identidad y nuestras preferencias y opiniones previas. La humildad intelectual tiene que ver con nuestra disposición a reconsiderar nuestros puntos de vista, a evitar actitudes defensivas y a moderar nuestra propia necesidad de tener razón. Nos ayuda a superar nuestras inclinaciones egocéntricas durante las discusiones o los aprendizajes, acercándonos así al descubrimiento de lo verdadero”. Y es cuando discutimos con otros en muchas ocasiones tendemos a cerrarnos en banda y a no escuchar a los demás.
Una persona con humildad intelectual es consciente de que en la búsqueda de conocimiento, no está en posesión de la verdad absoluta. Cualquier discusión, la que sea, puede llevarnos a conocer otros puntos de vista que pueden aportarnos una nueva perspectiva, sea del tema que sea.
Mi ego no me impide seguir aprendiendo
Según la psicóloga Tania Lambrozo de la Universidad de Berckley, la tecnología aumenta la ilusión de conocimiento. Tener a un click y al alcance de la mano la información, nos crea la ilusión de que tenemos a nuestro alcance un conocimiento infinito sobre cualquier cosa. Sin embargo, cuando separamos el ego de la verdadera inteligencia, nos damos cuenta de que no sabemos todo, por mucho que leamos de algo. Ni los mayores expertos de un tema tienen todo el conocimiento sobre este, y siempre se puede seguir aprendiendo hasta de algo en lo que nos consideramos maestros.
Iria Reguera, psicóloga y directora de Trendencias, nos explicaba que cambiar es inevitable y necesario, ya que es una forma de adaptación. Ni nuestro ego nos dice que lo sabemos todo, estamos impidiendo un nuevo aprendizaje que nos haría crecer y convertirnos en una versión mejorada de nosotras mismas.
Reconozco cuando me he equivocado
Esta afirmación va de la mano con la seguridad emocional de la que te hablábamos aquí, y es que alguien con seguridad es capaz de admitir que se equivoca, hacerse responsable y asumir el error. En palabras de Iria Reguera, “nos da vergüenza reconocer que nos hemos equivocado porque entra en conflicto con nuestro autoconcepto”, pero si entendemos que es algo cambiante y que fluctúa porque tenemos humildad intelectual, asumir que nos hemos equivocado nunca es un problema.
Practico la escucha activa
Interactuar con personas con las que no estamos de acuerdo y hacerlo con la disposición de aprender y no de que se produzca un enfrentamiento requiere confianza, curiosidad y apertura de mente. Eso no significa que nuestras creencias no sean importantes, poderosas ni que estén afianzadas. Significa que no son inamovibles.
Cuando hablamos con otra persona y tenemos humildad intelectual, practicamos la escucha activa porque nos interesa ahondar en la conversación y no estamos tan preocupadas por querer llevar razón. Normalmente las personas con este rasgo escuchan y discuten con tranquilidad y calma.
Fotos | Interstellar (2014)
En Trendencias | Las 125 mejores frases motivadoras que te ayudarán a conseguir lo que te propongas en la vida
En Trendencias | Ghosting: en qué consiste y qué tipo de persona lo suele realizar
En Trendencias | Los 60 insultos más graciosos y originales que existen en español
Ver 0 comentarios