Recientemente se acaba de conmemorar el Día Mundial de la lucha contra la Depresión y es que la salud mental es uno de los aspectos más importantes que tenemos que cuidar. En los últimos años hemos derribado muchas barreras pero todavía quedan bastantes y cuando se trata de diversidad neuronal, más todavía.
En el último programa de Upeka by Aegon han dado voz a todas las personas dentro del espectro autista para ayudarnos a comprenderles mejor y a aprender que son como nosotros solo que sienten diferentes. Entre las invitadas hemos contado con la maravillosa Tatiana Luis que es experta en autismo y recorre el mundo ofreciendo charlas sobre neurodiversidad y nos ha descubierto uno de los estudios más impactantes que hemos visto en este formato. Resulta que las personas autistas tienen muchísimas más probabilidades de cometer suicidio respecto al resto y esto disminuye la esperanza de vida de ellos puesto que se ha convertido en el principal motivo de muerte dejando de lado otras patologías médicas.
A finales de 2022 se realizó un estudio bastante revelador e interesante que dice que a mayor orgullo sientas de tu identidad, las cifras de muerte voluntaria desminuyen drásticamente. Esto lo agrava la sociedad puesto que todavía no se aceptan a más personas diferentes y se les juzga incluso con el más mínimo detalle: impidiendo que sean movidos, obligando a que nos miren a los ojos y muchos más requisitos que evitan que las personalidades de cada uno se desarrollen con normalidad llegando a pensar toda su vida que son un estorbo o que su ser es horrible. Las personas autistas informan frecuentemente que experimentan sentimientos de pertenencia frustrados y una carga percibida mayor que las personas no autistas.
Es imprescindible diseñar estrategias de prevención y protección que contribuyan a disminuir el riesgo de suicidio, considerando aspectos vinculados con la condición social, local, familiar y, por supuesto, individual de cada individuo. La prevención puede tener lugar en diversos niveles, y demanda la implicación de todos los participantes sociales (administrativos, de salud, educativos, familiares) y la implicación directa de individuos con autismo. Es crucial que ajustemos los ambientes cotidianos (casa, escuela, trabajo, etc.) a los individuos con autismo, haciendo que sean seguros para ellos, minimizando la exposición a elementos de estrés; que sean ambientes a medida, emocionales, motivadores y participativos. Estos elementos son fundamentales para fomentar el bienestar emocional de los individuos con autismo.
En caso de tener y detectar pensamientos suicidas, algunas sugerencias concretas podrían ser expresarlo de manera franca sin establecer un tabú, no sobrevalorar las señales de alerta, dialogar con el ambiente para reflexionar sobre cómo prevenirlo y acudir a un experto en salud mental.
Imágenes | @upeka_oficial y Foto de Anthony Tran en Unsplash
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