Una amiga leyó mi post sobre el acondicionador capilar Acanthe para cabello rizado y me propuso intercambiarlo con el suyo durante una semana. Así que ella tiene el mío y yo tengo el suyo, el acondicionador L’Occitane para cabello seco y dañado. Ahí os lanzo una idea para que probéis nuevos productos.
La gama de productos capilares de L’Occitane la encontraréis en su sección de Aromacología. Los aceites esenciales vegetales son los ingredientes estrella tanto por sus propiedades cosméticas como por su aroma.
Es una de las marcas donde se entiende el ritual del baño o la ducha como algo más que limpieza corporal. Los sentidos también cuentan aunque su aroma fresco de plantas algo picantón no me ha inspirado nada en concreto.
Los 5 aceites esenciales + el aceite de almendras dulces
Los aceites esenciales vegetales son el resultado de la destilación de plantas. Como véis en la etiqueta del tarro, el producto del que estamos hablando contiene 5 de ellos: angélica, lavanda, geranio, ylang ylang y pachulí. Este cóctel vegetal tiene unas propiedades específicas que van a aportar numerosos beneficios al cabello.
Si os gustan los productos que contienen aceite de almendras dulces este lo lleva en su fórmula. Muchas personas lo usan ya para el cabello y la piel, sus beneficios son bien conocidos. Lo han añadido al cóctel de aceites esenciales.
Es un acondicionador que ofrece reparar, fortificar, regenerar, nutrir y restaurar la fibra capilar. Al tipo de cabello que más conviene es al cabello seco y dañado: por el sol, por el cloro, por decoloraciones, tintes agresivos o permanentes. Aplicarlo a un cabello graso no tiene ningún sentido.
Mi experiencia
Hay acondicionadores del cabello que a los pocos segundos de la aplicación ya tienes el pelo desenredado: éste es uno de ellos. No solamente bien desenredado sino nutrido. Con el pelo largo, las puntas están casi siempre secas y necesitan de un suavizante eficaz. El acondicionador que os presento hoy me parece muy bueno, y con una relación calidad/precio sensacional. No apelmaza el pelo, tiene la fuerza de una mascarilla y la suavidad es inmediata a la aplicación.
He aplicado Me desenredo el pelo con las manos, no necesito el peine de púas. La acción reparadora de la fibra capilar se nota al instante: cuando paso los dedos por las puntas ya no “raspan”, están lisas y suaves. Este es el resultado que necesito para mi cabello largo, ondulado y que recibe un baño de color al mes.
Como podéis ver en la foto superior, existen dos tamaños: 500 ml. (21,50€) con dosificador y 250 ml. (13,50€) con tapón a presión. Cualquiera de los demás champús y acondicionadores (cabellos normales, cabellos grasos) se presentan igual. Incluso existe el envase recambio para rellenarlos. La ecología también es importante.
Más información | L’Occitane
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