La última polémica que está sacudiendo al mundo de la moda es que se ha detectado que una agencia de modelos, de origen sueco, está reclutando a jóvenes anoréxicas a la salida de un centro especializado en tratamientos contra desórdenes alimentarios. Por lo visto, el asunto es muy grave porque algunas de las pacientes son todavía adolescentes.
Cuando confiábamos en que, por fin, habíamos conseguido dar un paso de gigante contra todas esas imposiciones extremas sobre la delgadez enfermiza, la Clínica Stockholms Centrum fôr Àtstôrningar ha hecho público que acababa de presenciar lo inimaginable: “cazadores” pertenecientes a agencias de modelos que esperaban a que sus pacientes saliesen de paseo para acercarse a ellas con proposiciones de trabajo.
Escandalizada por semejante política de reclutamiento, Anna-Maria af Sandeberg, la directora de la clínica, se puso inmediatamente en contacto con una agencia de prensa sueca para denunciar que había visto como se habían acercado incluso hasta una paciente que iba en silla de ruedas de lo débil que se sentía, y que algunas de las pacientes que habían sido contactadas no tenían más de 14 o 15 años.
Las reacciones del mundo de la moda en Suecia no se han hecho esperar. Fredo Kazemi, director de la agencia Elite Model Management de Estocolmo, ha descrito esta práctica como repugnante y contraria a la ética, denunciando que se trataba de una conducta nada profesional.
Como medida preventiva, la clínica ha decidido cambiar sus horarios de paseo para evitar que, en el futuro, las agencias de modelos sin escrúpulos vengan a merodear por sus instalaciones a la caza y captura de nuevas modelos enfermizamente delgadas.
Hace unos días, mi compañera Beatriz Serrano publicaba un post en el que contaba que la agencia de origen brasileño Stars Model había lanzado una campaña muy gráfica, para intentar ayudar a las jóvenes con desórdenes alimentarios. La mencionada campaña de concienciación se apoyaba en un claim que no dejaba margen de error en su interpretación “No eres un dibujo. ¡Dí NO a la anorexia!
Sin embargo, es triste comprobar como todos estos buenos propósitos, y todas aquellas medidas que se pensaban tomar para evitar que pudiesen seguir desfilando modelos que proyectasen una imagen que llegase a rozar la estética de personas con anorexia no hayan podido contribuir a cambiar los gustos.
La realidad descarnada es que las modelos saben que en cuanto cumplan años o engorden no se las vuelve a contratar, y se ven obligadas a mantenerse extremadamente delgadas, para poder seguir trabajando. El problema estriba en que todas esas restricciones a las que se someten es fácil que acaben derivando en una obsesión. No son muchas, pero algunas modelos han llegado a reconocer públicamente (con todo lo que eso conlleva) que sufrieron desórdenes alimentarios.
Desde hace algunos meses, aquellas que apoyaban a la modelo Sara Ziffen en su lucha contra los problemas derivados de desórdenes alimentarios, han sufrido una pérdida de peso sorprendente, por no decir preocupante. Resulta difícil no hacerse preguntas por el origen de la nueva delgadez de Doutzen Kroes o no alarmarse ante lo mucho que ha adelgazado Coco Rocha. Sin mencionar a la deportiva Daria Werbowy, que aparece particularmente delgada en la última campaña de la firma Céline.
Aunque, también es cierto que, de repente, algunas de las famosas top models de la década de los noventa ( Christy Turlington, Claudia Schiffer, Amber Valletta) están volviendo a ser contratadas por las grandes firmas del mundo del lujo, la moda y la belleza. Eran todas mujeres bellísimas, y con un índice de masa corporal considerado normal para su edad, talla y peso.
¡Ojalá todas esas personas que aparecen en los créditos de los editoriales de moda o de las campañas publicitarias volviesen a enamorarse de aquella estética!
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