Todas aquellas personas con la piel sensible y reactiva deben prestar especial atención a los productos que utilizan para evitar rojeces, picores y otras reacciones desagradables que podrían estropear la utilización de posteriores tratamientos o productos de maquillaje. El aceite para ducha Atoderm de Bioderma es un producto que se vende en farmacias y parafarmacias, y los aceites con los que está formulado resultan muchos menos agresivos que los geles de ducha al uso.
Atoderm al estar formula do agentes relipidanes e hidratante permite restaurar biológicamente y de forma duradera la película hidrolipídica de las pieles secas e irritadas. Pero eso no es todo porque además de calmar, protege la piel de las agresiones exteriores gracias a su exclusiva fórmula que lleva biolípidos vegetales y vitamina PP que estimula la síntesis de los lípidos permitiendo la reestructuración de la barrera cutánea a largo plazo.
Así que utilicé este aceite en lugar de mi gel de ducha habitual. Para empezar, lo que más me gustó fue su frasco con un cómodo expendedor de producto. Con este tipo de frascos resulta más fácil extraer la dosis necesaria en función de los deseos de cada persona. Su perfume es suave y muy agradable sin dejar de resultar neutro (una levísima fragancia floral con notas amaderadas), lo que resulta perfecto para este tipo de productos.
Su textura es más espesa que la de un gel de ducha clásico, aceitosa pero no grasa. Se extiende muy bien sobre la piel húmeda y proporciona una sensación muy agradable. Aunque no hace espuma, notas como limpia de forma eficaz sin dejar un acabado pegajoso.
Disponible en 2 formatos: 200 ml (precio 9,95 euros) y en 1 litro (precio 16,59). Algo más económico que productos similiares de Avène o Ducray.
Sitio oficial | Bioderma
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