Cuidar la piel del cuerpo es la rutina que más nos cuesta a veces pero que mayor satisfacción nos da. Cuando nos tomamos el tiempo para embadurnarnos con un producto corporal (o dos, o tres si hace falta), nos sentimos genial. Estas últimas semanas he estado utilizando el Burro Corpo de Bottega Verde.
Os hemos hablado de esta marca con fórmulas ricas en principios activos naturales más de una editora de Arrebatadora y hoy le toca el turno a esta manteca nutritiva para pieles normales y secas. Yo la tengo normal pero me gustan las texturas untuosas y ésta lo es. Lo de manteca de cuerpo la define muy bien.
Los principios activos
Por la foto del envase redondo y por el olorcito dulzón que tiene la crema al abrir el frasco, creí que había miel en su fórmula pero contiene:
Aceite de Argán: este mítico aceite natural de belleza es uno de sus ingredientes principales. Se extrae de la nuez del árbol de argán de su presión en frío, como el aceite de las olivas. Es emoliente, hidratante, regenerante, incluso antioxidante.
Extracto de jazmín: esta flor blanca de aroma intenso y cálido está presente en la crema pero no ofende. Puedo asegurarlo porque los aromas de flores blancas me marean. Pero además de sus propiedades olorosas, el extracto de jazmín mejora la nutrición de la piel.
Karité: fijaos que los tres ingredientes principales son de origen oriental. La manteca de karité es fantástica para la piel seca y deshidratada por sus propiedades nutritivas, regenerantes y revitalizantes, cicatrizantes y una larga lista de bondades cosméticas.
Los usos de la manteca de cuerpo Burro Corpo
Lo que no sabía cuando empecé a aplicármela es que esta manteca puede utilizarse para la piel del cuerpo, incluídas manos y pies, y también para el cabello. No la he utilizado como mascarilla pero sí la he probado como crema de manos, insistiendo en las cutículas, las cuales suelo tener resecas.
Si quieres utilizarlo para el pelo, ten la precaución de no aplicarlo en el cuero cabelludo a menos que esté muy seco. Lo que sí puedes hacer es aplicarla en zonas del cuerpo donde hayan cicatrices que curar por sus propiedades cicatrizantes. Ayudarán a que la reparación de la piel sea más rápida.
Mis resultados tras su aplicación
Me gustan los corporales untuosos. Excepto en el mes de agosto por el calor, claro. Pero por lo general, aprecio las cremas más que las leches fluídas. Aunque he de decir que hacía tiempo que no utilizaba una crema tan consistente. Al tacto, parece mantequilla.
Al contacto con la piel, se extiende bien, se funde con la piel y no cuesta aplicarla. Lo que sí cuesta un poco es de absorberla. Es una sensación algo rara. Me explicaré: se aplica bien, diría que se absorbe bien también pero cuando pasas la mano por la piel tras aplicarla, no se desliza.
Al cabo de unos 5 minutos, la piel está suave pero no antes. No sé explicároslo mejor, me tiene perpleja. Es decir, en el momento de la aplicación le falta sensorialidad pero al final el resultado es bueno. La piel está suave, ligeramente perfumada (como a caramelo) y satinada, muy elástica. Pero hay que darle un tiempo. Al día siguiente, la sensación perdura pero por su textura de manteca esperaba que fuera más nutritiva.
El tarro redondo me gusta porque me gustan los tarros. En realidad, no pueden meter la crema en ningún dosificador por su consistencia. El olorcito es suave, suficiente. En una escala del 1 al 10, le daría un 6. Si alguien más la ha probado, ¿compartes con el blog tu experiencia?
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