Si tenéis la piel atópica o padecéis prurito, seguro que sois conscientes de toda la teoría que existe para cuidarla, pero quizás en la práctica no tenèis herramientas suficientes para tratarla de manera eficaz. Hace unos días,
con motivo de la presentación de la linea XeraCalm A.D, la farmacéutica y formadora de los Laboratorios dermatológicos Avène, Isabel Carbonell, impartió un pequeño taller a fin de dar unas claves prácticas para el cuidado de la pieles atópicas y con prurito.
Si queréis atender estos detalles indispensables para estar bien vosotros o alguien de vuestro entorno, debéis saber que hay que hacerlo tanto en las fases de manifestación como en las de remisión. Cuando esta dolencia se encuentra en estado latente debe ser tratada con la misma atención; de lo contrario los brotes reactivos se darán con intervalos menores, y por tanto con mayor frecuencia. A continuación os traslado las claves prácticas que os harán sentir mejor.
Las 5 claves prácticas
1- Escoger dermocosmética. Todos los productos tienen un alto grado de tolerancia y gran calidad; son hipoalergénicos, y muy eficaces. Contemplan prácticamente la totalidad de supuestos e indicaciones, y hoy en día abarcan todos los cuidados necesarios para estar perfectos: limpieza, hidratación, maquillaje... Utilizadlos aun cuando estéis en periodos de remisión y no sintáis ninguna molestia.
2- La higiene es fundamental, pero siempre se debe atender a utilizar los productos adecuados, sin jabón, sin perfume, ni parabenos, ni conservantes. Es mejor evitar los baños y optar por duchas, que deben ser cortas y con agua tibia. Hay que secar sin frotar. Debe mantenerse una buena higiene en manos y uñas.
3- Hidratación. Los emolientes son vuestro mejores aliados porque la hidratación favorece la flexibilidad de la piel; aporta elasticidad. La sensación de una piel hidratada es bienestar, salud y juventud. El agua es fundamental. Siempre hay una crema adecuada para cada tipo de piel, solo hay que atender y saber elegir.
4- Evitar agentes irritantes y factores desencadenantes ¡Atención a muchos de los tejidos que usamos! Hay que optar por los naturales y suaves, como el algodón. A la hora de lavar vuestras prendas recordad no utilizar lejías ni suavizantes ¡Cuidado al elegir los detergentes de la ropa! Los espacios también son importantes; los síntomas mejoran con el ambiente húmedo, no es conveniente exponerse al calor, y muy importante ventilar las estancias.
5- No rascar. Cuando hay prurito se debe evitar rascarse, para ello es importante desviar la atención y estar distraído. Sí es inevitable o se trata de un niño, hacedlo suavemente y aportad frío. El Agua Termal de Avéne es un gran calmante. No olvidéis que rascar alivia momentáneamente pero intensifica el proceso en pocos minutos.
En cuanto a la aplicación de los productos destinados a la piel, como emolientes, no se deben aplicar en la piel afectada directamente. Se ha de calentar en las manos y hacerlo después hasta favorecer la total absorción del producto. Otro punto a tener en cuenta es el hecho de que cuando el brote esta activo la eficacia de las cremas es menor, puesto que estas trabajan y son más eficientes cuando la piel está en descanso, es decir, en fase de remisión.
Sí seguís estos consejos podréis distanciar los brotes y la piel tendrá tiempo para reponerse y equilibrarse. Se debe tener en cuenta que los brotes continuos debilitan sus defensas, lo que puede provocar, incluso, infecciones oportunistas que deterioran el estado de la piel, cayendo en un circulo vicioso. Estas pautas y XeraCalm os van a ayudar mucho, haciendo que disfrutéis de una piel bonita y cuidada.
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