La compré de casualidad, tras verla en la tienda de Sephora de la 5ª Avenida con el cartelito "la fragancia más vendida de Sephora". El bote me parecía un poco barroco, y con pinta de perfume de abuela (de hecho la marca lo considera un perfume vintage), pero lo destapé, la probé y me gustó. Y ahora, tras un mes de uso, no puedo vivir sin ella y ya entiendo perfectamente por qué es un best seller.
Se trata de un perfume floral, muy parecido a J'Adore de Dior, y tiene una mezcla de muchas flores, sobre todo gardenias y jazmín, aunque también lleva algo de vainilla e incluso fresas salvajes. En realidad cuando lo hueles simplemente huele bien, a jardín, a flores olorosas y a limpio. Y engancha. Daisy ha obtenido el premio CEW a la mejor fragancia femenina y el premio Fifi al mejor perfume del mercado en la categoría Mujer Perfume de Lujo y en Packaging.
Una fragancia romántica y juvenil que tiene dos inconvenientes: el olor se va enseguida y el tapón es difícil de desenroscar a causa de las margaritas que lo componen. Podéis comprar, además, su gel de ducha, su loción corporal (es muy suave y huele incluso más que el perfume, por lo que os lo recomiendo) y un body milk luminoso. Daisy cuesta unos 55 euros el envase de 100 ml y podéis encontrarlo en perfumerías IF.