Vaya con el chocolate, pocas veces un alimento da tanto de que hablar y provoca reacciones tan contradictorias. Reacciones que por otra parte y en la mayoría de los casos se acaban conviertiendo en situaciones de amor/odio y es que reconozcámoslo, ¿quién no se ha excedido alguna vez con alguna que otra onza de más?
Todos aquellos que quieran buscar algún consuelo en sus excesos con el chocolate deben conocer la última y sorprendente propiedad que se le ha atribuido a nuestro protagonista de hoy, y es que según una investigación de la Universidad de California, el chocolate puede ser un excelente regulador de nuestro metabolismo.
Según el estudio, que por cierto se puede consultar en la web de Archives of Internal Medicine, se constata que tras estudiar a más de 1000 hombres y mujeres de entre 20 y 85 años, existe un IMC (índice de masa corporal) menor en aquellos que sí suelen consumir chocolate habitualmente frente a los que no.
Para el estudio se tuvo en cuenta también la actividad física diaria así como su ingestia diaria de calorías para poder conseguir unos datos lo más fiables posibles. La conclusión es que el chocolate ayuda a regular nuestro metabolismo gracias a su actuación en distintos ámbitos como la presión arterial, la sensibilización a la insulina y la reducción de niveles de colesterol. En definitiva, ayudamos a que nuestro organismo queme más y mejor las grasas, aunque ya sabéis que nada se consigue sin una dosis de esfuerzo y sacrificio.
Como siempre ocurre en estos casos hay que aclarar que los beneficios del chocolate se multiplican cuando se trata de chocolate puro con altísimas concentraciones de cacao y en ingestas moderadas, en caso contrario estaremos ante un sucedáneo que incluye un alto nivel de grasas hidrogenadas de propiedades nutricionales bastante escasas.
Foto | Lookbook Cookbook
Vía | El Mundo
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