Las canas y una razón de estrés inevitable: una guerra

Las canas y una razón de estrés inevitable: una guerra
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Hemos hablado en un par de posts del origen más común hoy día de las canas: el dichoso estrés. Los nervios, la presión, los plazos a cumplir, los emails sin responder o … un ambiente bélico. Es algo que, por fortuna, nosotros no sufrimos pero sí una dura experiencia de vida por la que mucha gente pasa.

Estuve de viaje largo en el Líbano hace años y me sorprendió que las chicas que fui conociendo afirmaban tener canas desde muy jóvenes, algunas ya desde los 20 años. No hablo de mechones de pelo blanco sino de toda la cabellera: una raíz repleta de canas.

Y es que en ese pequeño gran país tienen una causa de estrés intermitente: las guerras. Mi anfitriona me explicaba que ella misma se sorprendió cuando empezó a ver pelo canoso en su hermosa cabellera (las mujeres libanesas, como todas las árabes, tienen un cabello precioso).

Aunque habían crecido entre obuses y toques de queda, estaban acostumbrados a vivir con esa situación excepcional. Con un temor obvio a la guerra, tampoco le daban la importancia que nosotros imaginamos puesto que era su día a día.

Pero el cuerpo siente el estrés tal como es: una situación tensa que lo descoloca. Los sustos, los despertares a media noche de bombas o aviones sobrevolando, los tanques alrededor de casa y los disparos aquí y allá son una causa que no necesita explicación para la aparición de un montón de canas.

No tengo ni idea de si se trata de algo hereditario en la raza. Me pareció una razón de tanto peso que la creí sin más. Lo que sí os puedo decir es que en el Líbano hay montones de peluquerías y que las cartas de tintes son alucinantes en cuanto a tonos. Ya puestas, les encanta cambiar de color como de camiseta.

Foto | ivoryelephantphotography
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