Hace unos días pude probar el nuevo maquillaje de Maybelline, Dream Satiné, un nuevo producto que acaban de lanzar con unas supuestas expectativas que, como casi siempre en Maybelline, no se cumplen. El maquillaje se anuncia como perfeccionador y microaireado, con la ligereza de un mousse y la facilidad de aplicación de una base líquida. Además dice la publicidad que oculta los poros.
Se vende en un envase con dispensador (esto es lo único bueno del maquillaje, la facilidad para aplicarlo y la higiene) por unos 12 euros en cualquier droguería o perfumería. Sin embargo el resultado es bastante decepcionante y en este caso no me atrevo a recomendarlo para ningún tipo de piel. La cobertura es bastante pequeña, no cubre imperfecciones ni mucho menos poros. Dura poco en la piel (a mitad de mañana parecía haberse evaporado).
Yo no tengo ya demasiada grasa en la piel, aún así me la provocó y tuve que secarme la frente con papelitos matificantes. La textura es poco fundente con la piel y de microaireado debe tener sólo el nombre, porque la sensación es más bien "pesada" y no ligera. Por último a los dos días me salieron unos granitos que en principio yo achaco a mi mala experiencia con este producto.
Aún recuerdo cuando Maybelline no se vendía en España y sin embargo su famosa máscara de pestañas rosa y verde era lo más in entre las modelos. Esta marca creó en mí unas expectativas que después no se han visto satisfechas, ya que pocos productos que haya probado de ellos me han gustado. Suelen lanzar productos al mercado constantemente que no suelen dar la talla y que retiran a los pocos meses.
