La emérita tiene una labor por bandera: reunificar a los suyos. Las circunstancias a lo largo de los últimos años han abierto rencillas entre los miembros de su familia, pero el tiempo y la vejez hacen mella en doña Sofía y tan solo desea la paz. Lo mismo le sucede a Juan Carlos. A sus 86 años, ya no piensa en amantes ni juergas sin final. Quiere abandonar Abu Dabi, asentarse en España y abrazar cada día a sus seres queridos.
Por primera vez en mucho tiempo, el emérito y su esposa están de acuerdo en algo. Han estado distanciados hasta el momento, pero ambos parecen estar dispuestos a cerrar heridas y recuperar la calma. Juan Carlos, hace unas semanas, trasladó a Zarzuela su deseo de regresar a España y, al parecer, la 'operación retorno' ya ocupa un espacio en los despachos de palacio.
Sofía, desde un segundo plano, lucha por recuperar la unión entre sus hijos. Cuando estalló el Caso Noòs, Felipe VI y Letizia cerraron las puertas de Zarzuela a todo aquel que pudiera resultar una amenaza. Su objetivo era proteger el trono y no tenían más opción. Les tocó marcar distancia y fue entonces cuando se rompió el vínculo entre el rey y sus hermanas.
Juan Carlos, Sofía y sus tres hijos
Al parecer, la emérita se esfuerza ahora porque sus hijos vuelvan a estar unidos. Según Monarquía Confidencial, "doña Sofía ha sido clave para acercar posturas y fomentar la unión entre Felipe VI y sus hermanas, las infantas Elena y Cristina, especialmente en los últimos meses".
"Tras la asistencia de los reyes al 60 cumpleaños de la infanta Elena, en un céntrico restaurante de Madrid, don Felipe y sus hermanas han estrechado lazos", cuentan desde el citado medio. "La celebración fue el principio de un acercamiento real", destacan.
Fotos | Casa Real
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