En realidad no la crea. No en el sentido de que su estilo sea imitado, al menos de momento, aunque sí ha conseguido que algunas de las prendas y complementos que luce se agoten en cuestión en días. ¿Lo último que la novia del Príncipe Guillermo de Inglaterra ha convertido en éxito de ventas? Este vestido de TopShop. Según el periodico El Mundo, el vestido, que es el que llevaba Kate Middleton el pasado martes, día en que cumplía 25 años, se agotó en todas las tallas. El jueves cuando entré en la web de la tienda todavía estaba entre los vestidos disponibles, ayer ya fue descatalogado.
No es la primera que vez que esto sucede. El pasado mes de septiembre los paparazzi esperaban en la puerta de una discoteca a la pareja de novios, y Kate llevaba también un vestido de TopShop, el de aquella ocasión era morado con florecillas en negro (fotos de abajo). Esta vez la foto no se vió en todas la televisiones, periodicos y revistas del mundo como la de arriba, pero la revista People, con más de 38 millones de lectores a la semana, sí la publicó y le dedicó a la novia del heredero del Corona Británica un reportaje, del que se hizo eco la prensa inglesa, en el que comparaba su estilo con el de la desaparecida Diana de Gales.
Además del vestido (segunda foto empezando por la izquierda), el bolso escogido por Middleton, el modelo Anjelica de Mulberry en color fucsia, causó también sensación entre las fans de la pareja. Tanto que la prestigiosa marca inglesa de marroquinería lo ha reeditado este otoño con otro nombre, Araline, y en otros colores. Si os gusta, está rebajado también en Net-à-porter.
No era la primera vez que llevaba este bolso de Mulberry, ya se lo habíamos visto, con un vestido de flores rosas, azules y amarillas bastante cursilón (foto de arriba a la izquierda), cuando a mediados de junio asistió en Londres a la inaguración del restaurante The Shop At Bluebird, propiedad de John y Belle Robinson, dueños también de la firma de moda Jigsaw, dónde Kate trabaja como encargada de compras de complementos. Y es que parece que no le importa repetir indumentaria.
En cuanto a sus preferencias a la hora de vestir, la que un día podría convertirse en Princesa de Gales no es una chica que siga las tendencias, como ella misma ha reconocido alguna vez. Tiene predilección por las minifaldas a mitad de muslo y los pantalones rectos, siempre con cinturón. Suele llevar también botas de caña alta, con o sin tacón, pero siempre negras, excepto cuando lleva las de cowboy. No se arriesga con los estampados, casi siempre florales, ni mezclando colores. Le gustan mucho el negro, el crudo y el rojo. El maquillaje, cuando lleva, natural, y la melena muy cuidada pero siempre suelta.
¿Es Kate Middleton un icono fashion? Polly Vernon, periodista de moda del Guardian Unlimited, lo duda. Yo también, aunque no le faltan cualidades para llegar a serlo. Es mona, tiene un tipo atlético, y, aunque no puede presumir ni del estilo innato de Jacqueline Kennedy, ni de la elegancia natural de Grace Kelly, no resulta en absoluto vulgar, al contrario, es muy atractiva. Sin embargo, su forma de vestir tan aséptica, en ocasiones cursi, y con la que muchas veces se pone años encima, está más cercana a los gustos de mujeres de mediana edad, que a los de las chicas de su edad.
Los artículos de la prensa inglesa que hablan de ella y sus gustos al vestir suelen mostrar sorpresa porque no siga las tendencias del momento, porque no lleve pantalones pitillo con bailarinas, y no aspire a vestir, que no comportarse, como Kate Moss, icono fashion por excelencia en el Reino Unido, y parte del extranjero. Sus amigos lo tienen claro, y dicen que siempre ha sido así. No hay poses, ni cambio de actitud respecto a la moda por su parte: vaqueros, cazadoras, Uggs y botas de cowboy eran sus básicos mientras estudiaba Historia en la Universidad de St. Andrews donde conoció a su novio.
Ahora cuenta con el asesoramiento profesional de Leesa Whisker, y con el consejo de su madre con la que suele ir de compras, pero no parece que su estilo se haya complicado demasiado. Kate ha aumentado su vesturario con vestiditos florales para actos semiformales, trajes de chaqueta y abrigos cortos, así como sombreros y tocados, para bodas y ceremonias que exigen cierta etiqueta. También ha comprado vestidos de noche como el azul turquesa de BCBG (foto de la izquierda), con el que asistió a una fiesta organizada por uno de los amigos de Guillermo.
Este estilo no enamorará a las fashionistas, pero le vendrá bien si un día llega a casarse con el primogénito de Carlos de Inglaterra y Lady Di. Recuerda bastante al de Mary Donaldson y Letizia Ortiz, con las que tiene en común varias cosas. Son mujeres de clase media, con una licenciatura universitaria, experiencia en el mundo laboral y sin especial interés en seguir la moda. Las dos, tras sus bodas con Federico de Dinamarca y Felipe de España respectivamente, han optado por ir políticamente correctas, con un estilo muy similar al que ha adoptado Kate. El estilo de las princesas consortes en la actualidad: no siguen las tendencias más de lo necesario y optan por un look conforme con el protocolo real, soso estéticamente hablando, y que sólo permite lucirse en los trajes de noche.
Mejor ir correcta que crear tendencia, parece ser la consigna para las princesas del siglo XXI. Que para la ostentación y ser musas de los grandes diseñadores internacionales ya están las princesas sin reino. Y para el glamour y la belleza siempre nos quedará Mónaco.
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