El calor ayuda a las cucarachas a crecer más rápido, es la parte negativa del verano y la primavera. Así que, durante esta época del año, campan a sus anchas por muchos hogares y establecimientos. Para evitar una plaga es más importante que nunca que lo tengamos todo limpio, controlar las humedades y sellar los huecos y grietas que pueda haber en nuestra casa. No obstante, aún así, todavía algunas se acaban colando por ventanas y tuberías... Para no tener que tirar de químicos demasiado fuertes en esos caso, hay alternativas naturales muy eficaces. Algunas ya te las contamos hace unos días, pero hay otro de esos que pasa de generación en generación.
Mientras que nosotros se lo echamos a las lentejas y a otras recetas para aromatizar, las cucarachas y otros insectos no toleraran el olor del laurel. Así que, aprovechando que es un ingrediente natural y que huele tan bien, es perfecto para usarlo como repelente.
El truco consiste en hervir agua en una olla con unas cuantas hojas de laurel. Después, la colamos y la vertemos en un cubo de fregar. Como habrás podido deducir, a continuación tendremos que pasar la fregona bien impregnada de nuestro agua de laurel por cada centímetro del suelo de casa.
Por último, coge más hojas de laurel y colócalas estratégicamente en aquellos lugares propensos a que aparezcan los bichos, en general, y cucarachas, en particular. Además de estar evitando el uso de pesticidas, estarás ahorrándote también los ambientadores y llenando tu casa del aroma de la Provenza francesa.
Foto de portada | Anna Shvets
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