Es curioso, pero lo mismo que ayer decía que el verano nos estandariza de cara a las celebrities porque al fin y al cabo, todas llevamos biquini, y cuánta menos ropa más posibilidades de coincidir, pasa lo mismo entre anónimas: y es que parece que cuando aprieta el calor todas nos tiramos a la comodidad.
Da lo mismo que paseemos por las calles de Estocolomo, que por la de Madrid, que por París, que por Nueva York, da iual que el clima sea continental o mediterráneo, el estilo urbano tiene como prenda fetiche oficial en este verano de 2009, los shorts.
Parece que no solamente Kate Moss, Diane Kruger u Alexa Chung tienen licencia para llevarlos, es más, la calle demuestra una vez más que las tendencias no llegan a ella de segunda mano sino que son las mujeres de a pie las que marcan el ritmo de lo que se lleva.
Las suecas, paradójicamente, son las reinas en el arte de llevar esta prenda, y digo que parece mentira porque allí lo mismo hace 20 grados que 3…aunque entiendo que la mejor manera de aprovechar la luz y esos días de verano que no se acaban nunca (que allí por estas época se pone el sol a las 12 de la noche), es adaptando la vestimenta a las circunstancias coyunturales.
Y lo de estar blanca blanquísima no parece ser ningún impedimento para lucir pierna.
Lo que más me gusta de las nórdicas es que son muy desenfadadas y prácticas sin dejar de ir estilosas.
Suelen ser muy atrevidas, no le tienen miedo ninguno al negro a pesar de su palidez y sus combinacione simpre suelen incluir estampados animales.
Aunque también las hay mucho más dulces y amantes de lo popero.
En Berlín la vanguardia está a la orden del día, y hasta este look digno de Voguette parisina, en la onda de Balmain y Givenchy, tiene un toque alternativo y bohemio. Mucho más auténtico. Me encanta.
Y seguramente se ha gastado la mitad de mitad de dinero y hasta se lo ha hecho ella, que ya sabéis que los germanos son muy amantes de eso de hacer con su manitas sus propias cosas, son muy apañados, vaya, y las incrustaciones de ese blazer son sospechosamente susceptibles de haberse cosido de improviso (atención al detalle de las tachuelas en las mangas): tomo nota, porque con un poco de maña uno puede transformar una prenda normalita en una pieza de artesanía.
Lo mismo que los atemporales aires hippies que nunca se pasan.
Y el vintage ladyike como salido de un desfile de Moschino pero que seguro viene de algún mercadillo o tienda de segunda mano.
En España si algo somos es de lo más acomplicado del mundo: nos lo demuestra una guapísima Davinia con shorts a lo Lauren Conrad por las calles de Barcelona, captada por el objetivo de Tatel de trendycrew.
O como se puede observar por las calles de Madrid de la mano del objetivo de Fernando.
Que nos descubre el lado más romántico y preppy de la capital.
Aunque también nos muestra su perfil más “tendencioso”.
En Nueva York el principal problema es la inestabilidad de las temperturas. Lo que hace que el pleno julio veamos looks más propios del otoño (por colores y texturas). Eso sí, en cuestiones de estilo, son imbatibles todo el año.
Y mira que odio las zapatillas Victoria, pero esta chia con un aire a Maggie Gyllenhaal casi me covence de que con un look navy con aires de años cuarenta, son una buena alternativa.
Fotos | stylesightings, glamcanyon, fashioning, chic too chic, trendycrew
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