Nos la han vuelto a jugar. Hace unos años vimos la luz al final del túnel, cuando el body-positive comenzó a acaparar titulares y creímos, por un momento, que todo iba a cambiar. Que ahora sí podríamos amar nuestros cuerpos sin que la moda y la belleza nos lo hicieran pagar. Pero fue solo un simulacro, la calma antes de la tempestad que el Ozempic ha vuelto a desatar.
Corríamos despavoridas huyendo del canon de belleza de los 90's, cuando Kate Moss puso de moda la dieta de la cocaína y la anorexia. Parecía que lo habíamos logrado, que cuerpos de todas las formas y tamaños serían respetados, admirados y mimados. Y entonces llegó Lily Rose Deep, Kim Kardashian en la Gala MET y el encumbrado Ozempic para dejarlo bien claro: la diversidad es un espejismo, la delgadez extrema es ley.
Vengo a abrir el debate sobre el body-positive. ¿Realmente cambió algo o solo se aprovechó de nuestros complejos al servicio del capitalismo?
Índice de Contenidos (8)
- El nacimiento del body-positive
- A favor del body-positive: algunas cosas sí han cambiado
- El body-positive para vender más: la mentira que nos tragamos todas
- El reinado del Ozempic, la droga que nos ha arrebatado el body-positive
- Qué es Ozempic y para qué sirve
- Por qué se usa Ozempic para adelgazar y qué famosas lo toman
- Efectos secundarios del uso de Ozempic
- La moda ama a Ozempic más que al body-positive
El nacimiento del body-positive
Cuerpos no normativos han existido siempre, pero la industria de la moda ha hecho un enorme esfuerzo por esconderlos. Ha habido varios intentos por sacarlos a la luz, desde la creación de la Asociación Nacional para la Aceptación de los Gordos (NAAFA) en 1969 hasta la aparición de gimnasios y otros centros deportivos orientados a cuerpos diversos en los 90's. Claramente, ninguno cuajó.
Esto nos lleva a 2012, cuando el movimiento body-positive toma fuerza en Instagram y se ve impulsado como nunca antes, gracias a las redes sociales. El debate sobre los estándares de belleza y cómo afectan a las mujeres se abre en canal y ninguna firma sale indemne. Subirse al carro o sufrir el boicot, ese era el dilema.
¿Resultado? "Abarcar todo tipo de cuerpos". Lo pongo entre comillas, porque este fenómeno fue más de cara a la galería que otra cosa y muy pocas marcas supieron hacerlo bien.
A favor del body-positive: algunas cosas sí han cambiado
El body-positive ha cambiado cosas que ya no pueden volver atrás. Nos ha dado referencias de estilo de vida, de moda, de belleza y de talento. Especialmente en cine y televisión, como Los Bridgerton, Sex Education y otras series para adolescentes que son muy bienvenidas.
Aunque sea por el postureo y por hacer de marca moderna y diversa durante un par de semanas, la realidad es que millones de jóvenes y no tan jóvenes ven sus cuerpos representados en vallas publicitarias, anuncios y marquesinas. Y el mensaje de sentirse así de reconocidos es la validación de su cuerpo. Que no hace falta, pero sí eleva la autoestima.
No estamos delulu. Sabemos que la mayoría de papeles en cine y televisión para actores gordos es para hacer de gordos. Sabemos que, cuando esos actores arrasan y las firmas los fichan, es una jugada de marketing por subirse al tren de la diversidad. Pero esto no significa que no sea importante, el germen de una visibilidad que nuestra versión adolescente jamás conoció.
El body-positive para vender más: la mentira que nos tragamos todas
Del mensaje esperanzador e inclusivo al que todavía nos aferramos porque la esperanza es lo último que se pierde, pasamos a la cruda realidad y es que el body-positive ha demostrado, una y otra vez, que es puro marketing y lavado de cara.
De una temporada a otra, las firmas se llenaron de tallas "grandes" para vestir a todos los cuerpos, desde Mango hasta Calzedonia. Eso sí, solo en la página web, bajo demanda y en aquellas prendas que no fueran demasiado atrevidas. No vaya a ser que veamos a una gorda con un crop-top o unos shorts vaqueros. Esta era una verdad que no queríamos ver, porque estábamos cegadas por lo brillante que prometía ser un futuro body positive.
¿La realidad? Que las tallas 40 que las firmas consideran plus-size siguen sin recoger a todos los cuerpos. De hecho, la talla media de España es una 44-48, según estudios. Tampoco desapareció la gordofobia entre las modelos y así nos lo confirmó Raquel Villadiego en su día.
"En España sigue sin haber trabajo para las modelos de tallas grandes. Las más reconocidas del país son curvy, en torno a la talla 42. Más allá de eso no hay demanda, a pesar de que sí haya público."
Otra píldora de realidad difícil de tragar. Que, mientras nos vendían una moda más amable con los cuerpos no normativos, iban destruyendo autoestimas por la espalda. Basta con ver el documental de Brandy&Melville donde hablan de la implantación de la talla S como talla única para las adolescentes y de cómo despedían a dependientas negras o con más peso del pretendido estándar.
O mirar hacia Shein y su uso del Photoshop, firma que arrasa entre la Gen Z y que adora adelgazar a sus modelos. O a Victoria's Secret y Barbara Palin como ejemplo de plus size. O Wish y el anuncio de tallas grandes más ofensivo de la historia. La lista suma y sigue.
Nos quisieron hacer sentir que teníamos la oportunidad en la palma de la mano. Y, de repente, el bofetón de realidad. Las firmas (oh, sorpresa) no quieren vestir a mujeres más allá de una 42. Las famosas que encumbraban la diversidad se pasaron al heroin-chic con dietas extremas, los anuncios volvieron a estar protagonizados, en su mayoría, por modelos de talla 36 y el Ozempic se convirtió en éxito de ventas.
El reinado del Ozempic, la droga que nos ha arrebatado el body-positive
Nunca una medicina había alcanzado tanta fama internacional desde Moderna y sus vacunas contra el Covid. El Ozempic está en boca de todos los medios de comunicación, falsos gurus de la nutrición y famosas del mundo. El fármaco que nació para hacer el bien y que está destruyendo autoestimas, expectativas de belleza y todo lo que ha conseguido el movimiento body-positive de un plumazo. Eso sí, a la industria de la moda le ha venido que ni pintado.
Qué es Ozempic y para qué sirve
El Ozempic se vende con receta médica y se trata de una inyección de 0,5 miligramos, 1 miligramo o 2 miligramos, en tratamientos mensuales de unos 130 euros al mes.
Este medicamento fue ideado para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Según su prescripción, "está comprobado que, junto con dieta y ejercicio, mejora el nivel de azúcar en la sangre en adultos con diabetes tipo 2" Además, el Ozempic "reduce el riesgo de eventos cardiovasculares principales como ataque cerebral, infarto o muerte" en caso de adultos con diabetes tipo 2 y enfermedades cardiacas.
El componente activo del Ozempic es la semaglutida, un medicamento que estimula la liberación de insulina por el páncreas, algo crucial para reducir los niveles de glucosa en la sangre. También fomenta el crecimiento de las células beta pancreáticas, que son las responsables de la producción y liberación de insulina.
Por qué se usa Ozempic para adelgazar y qué famosas lo toman
Dicha semaglutida tiene otra tarea importante, la de inhibir la producción de glucagón, una hormona que promueve la liberación de carbohidratos almacenados en el hígado y la síntesis de nueva glucosa, contribuyendo así a la regulación de los niveles de glucosa en la sangre.
También ayuda a perder peso en casos de obesidad derivada de la diabetes tipo 2, porque ayuda a reducir el apetito, retrasa la digestión de los alimentos, promueve la quema de grasa y ayuda a mantener niveles de azúcar en sangre estables.
Esta facilidad para adelgazar lo ha hecho muy popular entre los diabéticos. Pero también entre todos aquellos que buscan bajar tallas rápido. Celebrities de la talla de Oprah Winfrey, Amy Schumer, Rebel Wilson, Kelly Osbourne y hasta Elon Musk han confirmado tomar alguna forma de semaglutida para controlar su peso. No en vano, lo llaman "la nueva droga de Hollywood".
No es que tengamos un problema con que pierdan peso. Es la sensación de abandono, porque algunas de estas mujeres abanderaban el movimiento body-positive. Oprah alcanzó el éxito en una plus-size y Amy ha hecho más apología de y la diversidad que nadie en el mundo. Pero cuando han tenido en sus manos la posibilidad de ser "delgadas" la han cogido sin dudar. Ellas intentaron ganar la batalla a la gordofobia, pero la presión social y el Ozempic como santo grial fueron más fuertes.
Efectos secundarios del uso de Ozempic
Este medicamento "milagro" para adelgazar que todos anuncian felizmente como si no hubiera consecuencias sí tiene efectos secundarios y pueden ser muy graves. El primero de ellos, más grave y que genera controversia en estos momentos son los problemas gastrointestinales y la pérdida de masa muscular asociados al Ozempic.
Además, otras consecuencias derivadas del uso de Ozempic que son muy comunes son náuseas, vómitos, diarrea, dolor de estómago y estreñimiento. Pero no son los únicos. La propia farmacéutica alerta de que puede causar pancreatitis, cambios en la visión, hipoglucemias entre los usuarios que no padecen diabetes, insuficiencia renal, reacciones alérgicas graves y problemas en la vesícula biliar.
No solo es malo para nuestro organismo. También hace daño a terceros, en concreto a los diabéticos que lo necesitan para vivir y encuentran un absoluto desabastecimiento en farmacias. Esto pone en riesgo tratamientos vitales para personas que dependen de esta semaglutida.
¿Qué precio tan alto estamos dispuestos a pagar por estar delgados? Parece que la sociedad ha escogido: prefiero caber en un pantalón de Brandy&Melville y destrozarme el páncreas a tener que perder peso por la vía lenta (ojo, hablamos de los amantes de Ozempic sin diabetes).
La moda ama a Ozempic más que al body-positive
Cuando decimos que Ozempic es un éxito de ventas global no son palabras vacías. Hay estudios que afirman que un 6% de los americanos consumen o han consumido una medicación de semaglutida para adelgazar. Esto es 1 de cada 8 adultos en Estados Unidos. Es tan popular que ha cambiado la industria de la moda y, spoiler, la moda está encantada.
La industria de la moda está viendo como sus clientes adelgazan y necesitan ropa nueva que les ajuste a sus nuevos cuerpos. Por lo tanto, el consumo tan masivo de Ozempic se traduce en mayor volumen de ventas y así lo indican las estadísticas. Pero también en un ahorro para las marcas, porque producen más tallas pequeñas que requieren menos tela y, por lo tanto, menos gasto.
Body-positive sí, pero solo cuando genera dinero. Si el Ozempic y la delgadez extrema es la gallina de los huevos de oro, la moda se cambia de bando rápido. Y así, con el adelgazamiento multitudinario y las ganancias derivadas, una industria que fue creada para hacernos sentir guapas recuperó sus malos hábitos y tiró todos los avances por la diversidad abajo, como si de un castillo de naipes se tratara.
Fotos | @kimkardashian, NAAFA, @nicolacoughlan, Zara, Wish, Ozempic, @oprah, Impact Analytics.
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