No tengo fotos para demostrarlo porque era tarde cuando llegaron las hamburguesas, me moría de hambre y, la verdad, por ser totalmente honesta, no me había planteado que fuera a escribir sobre ello. Pero es que, después de lo vivido, tenía que compartirlo para que no caigáis en el mismo error.
Lo primero es que, sin entrar en nada personal, me encanta Dabiz Muñoz como cocinero. Comer en StreetXO (porque para DiverXO no me da la economía) fue una de las mejores experiencias gastronómicas de mi vida. Y, cuando trajeron la foodtruck de Pollos Muñoz a Vigo, ahí que me fui yo. Y, la verdad, fue una experiencia diferente, una cosa para probar una vez y no más porque es bastante cara, pero la comida estaba muy buena. Mejor de lo que me esperaba.
Así que, cuando vi que Muñoz había creado una hamburguesa con Burger King, pues tenía que probarla. Yo me pedí la de pollo y mi pareja la de angus. Ambas llevan, además, pan croissant, salsa tártara especial del chef, chutney de tomate, bacon, pepinillos y queso cheddar madurado.
Por dar todos los datos, las compramos en Burger King auto, para comerlas en casa. No sé si la forma de presentar el pedido cambia si la pides para llevar a casa a través de su aplicación o si comes en el local. A nosotros nos llegaron envueltas con el papel clásico de Burger King, nada de cajitas. Y, eso sí, nos metieron una corona que han hecho para la ocasión.
Por lo demás, el menú lleva lo de todos los menús: patatas y bebidas. El precio fue de 13,95 euros la de angus y 11,95 euros la de pollo. No es barato, pero es un precio que similar a lo que cuestan los menús especiales de Burger King, así que, por ese lado, ni tan mal.
Por desgracia, con el primer mordisco empezó la decepción. No sé si es porque esperaba algo muy especial por parte de Dabiz Muñoz - admito que no he probado ninguna otra hamburguesa de este tipo de cadenas creadas por cocineros conocidos, como la de Dani García para McDonalds - así que igual esperaba de ella más de lo que debería.
La cuestión es que no tiene nada especial. Nada. Cuando te la comes sabe como cualquier otra hamburguesa de Burger King. El angus no se nota para nada que es angus. La de pollo, es verdad que el pollo está jugoso, pero es muy parecido al sabor de cualquier otra hamburguesa de pollo de la cadena. Me gustaría poder destacar algo, pero no se me ocurre nada. Quizás el chutney de tomate, porque la salsa tártara ni se nota en ninguna de las dos.
Además de eso, una de mis mayores decepciones fue el pan croissant. Estaba convencida de que aportaría algo distinto a otros panes más tradicionales de Burger King. Imaginaos el disgusto cuando no pasó eso. No sé si es porque hay demasiados sabores en la hamburguesa y camufla lo que sea que pueda aportar el pan croissant o, simplemente, porque no aporta nada, pero no me supo diferente o más especial que, por ejemplo, un pan brioche.
En fin, es una hamburguesa que está buena, sí. Pero no tiene nada especial y, desde luego, no diría nunca que está creada por "el mejor chef del mundo" y, por supuesto, no creo que sea "la receta perfecta". Aunque fuera una opción estable en el menú para siempre, no volvería a pedirla. Me quedo con la confiable Cripsy Chicken que siempre pido o, si me apetece carne, la Whopper clásica - sin cebolla y sin pepinillo, no me juzguéis -.
Entiendo si aún queréis probarla por vosotros mismos para entender lo que digo y por darle una oportunidad, pero nosotras ya os hemos avisado.
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Imágenes | Burger King
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