Plato de langostinos originales para Nochevieja: una receta fácil y rápida de Karlos Arguiñano

Una forma de salirse de los clásicos langostinos cocidos de siempre y de comer caliente

langostinos
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A estas alturas de las fiestas, todavía no nos hemos cansado de comer marisco y esperamos con ansia la Nochevieja para otra buena sesión de gambeo y langostineo. No obstante, si nos apetece variar un poco, podemos optar por una receta diferente a los clásicos langostinos cocidos o al ajillo.

Del mismísimo Karlos Arguiñano hemos aprendido a preparar estos langostinos que son un poquito más originales que los que hace todo el mundo y que, además, no llevan casi tiempo de preparación. Son los langostinos al whisky, un plato caliente a base de langostinos.

La receta no tiene ningún misterio y se puede hacer con cualquier tipo de langostino, solamente no tienen que estar cocidos de antemano. Además, también se pueden usar gambas, carabineros, cigalas o similares, en función de gustos y presupuestos. Incluso queda bien empleando langostino crudo congelado.

Eso sí, la receta tiene dos partes: una en la que los pasamos por la sartén y otra en el horno. Lo primero de todo es cocinar a la plancha los langostinos, algo que tenemos que hacer a fuego alto y con un poco de aceite. Cuando estén cocinados, los retiramos y disponemos en una bandeja apta para horno.

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A continuación, precalentamos el horno a 200 ºC y, mientras, vamos preparando la salsa. Para ello, fundimos mantequilla a fuego suave en una sartén (que puede ser la misma que hemos usado para hacer los langostinos a la plancha) y cocinamos en ella unos dientes de ajo laminados.

Cuando empiecen a coger color, añadimos el whisky, y flambeamos. Cuando desaparezca el fuego, agregamos el zumo de un limón, ponemos punto de sal y pimienta y mezclamos. Después, vertemos la mezcla sobre los langostinos, añadimos una pizca de cebollino fresco picado y horneamos los langostinos cinco minutos a 200 ºC, lo justo para que cojan un poco más de temperatura.

Por último, retiramos del horno y ya podemos servir . Solamente recomendamos dejar el resto de la salsa en una salsera para que cada comensal se sirva al gusto o moje pan a voluntad.

Foto de portada | Directo al paladar

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