Desde hace mucho tiempo solemos escuchar el término "peso ideal" como el valor de referencia que deberíamos alcanzar si queremos estar saludables. Sin embargo, ¿existe el peso ideal? Te contamos todo lo que necesitas saber para despegarte de la báscula.
El peso ideal
Si has consultado a un profesional de la nutrición hace 10 o más años atrás, de seguro te ha mostrado una "tabla de peso ideal" creada teniendo en cuenta la relación del peso en función del genero, la edad y la talla con la mortalidad, según se ha analizado.
Consultando dicha "tabla de peso ideal" podíamos saber que si teníamos 30 años y medíamos 1,75 metros debíamos pesar idealmente 72 kilos, por ejemplo. Aunque también se nos indicaba el máximo y mínimo recomendable.
Estas tablas también tenían su origen en el Índice de Masa Corporal (IMC), un parámetro ampliamente usado que relaciona el peso con la talla: peso / (talla x talla). Así, el rango de normalidad del IMC es de entre 18,5 y 24,9 para adultos sanos. Por encima del mismo se considera sobrepeso y por debajo bajo peso.
El punto medio en el rango de IMC normal da como resultado un peso corporal y ese, era considerado el peso ideal.
¿Es fiable el peso ideal?
De estudios que vinculaban mortalidad y peso corporal así como del IMC se origina el "peso ideal" que tanto solemos escuchar cuando buscamos ponernos en forma o perder peso.
Sin embargo, el IMC tiene varias limitaciones, pues sólo considera el peso y la talla del cuerpo sin tener en cuenta otros aspectos importantes del mismo. Por ejemplo, un estudio publicado a principios de este año encontró que tener un IMC corporal normal no es sinónimo de tener mejor salud, pues aun con un peso saludable (en función del IMC), se encontró alto riesgo de muerte si se tenía grasa en exceso.
Es decir, más allá del peso, si tenemos un exceso de grasa en el organismo, tendremos riesgo cardiovascular elevado y también, más riesgo de morir por cualquier causa.
De igual forma, se ha probado que el exceso de grasa abdominal perjudica la salud aunque tengamos un peso y un IMC normal. Por lo tanto, podemos tener el "peso ideal" según tablas de referencia pero no estar sanos ni en forma si tenemos una barriguita presente.
Por otro lado, en deportistas el IMC puede arrojar datos erróneos y según los valores de "peso ideal" una persona entrenada puede tener sobrepeso. Esto se debe a que la gran cantidad de masa muscular que puede tener un deportista incrementa notablemente el peso, y ello, origina los falsos resultados antes dichos.
Un deportista con muy bajo porcentaje de grasa, buena proporción de músculo y por demás sano, puede entonces, considerarse con sobrepeso.
Como si fuera poco, podemos obtener un valor poco acertado al subirnos a la báscula si ese día estamos deshidratados o por el contrario reteniendo líquidos, si nos pesamos con la vejiga llena o después de comer u otros factores que modifican fácilmente el peso de nuestro cuerpo.
Por esto, una tabla o un profesional de la salud no puede indicarnos cuál es nuestro peso ideal. El peso sólo son kilos y poco dicen acerca de nuestra salud, por lo tanto, el peso ideal no existe.
¿Adiós a la báscula?
El peso ideal no existe pero el peso corporal sigue siendo junto al IMC, lo más usado para evaluar nuestro estado de salud, ¿es momento de decirle adiós a la báscula?
Aunque el peso no dice todo acerca de nuestra forma física, es un parámetro que debemos continuar considerando, pues no es lo mismo llevar encima 80 kilos que 100, sino que el impacto que recibe nuestra articulación al correr, saltar o caminar es diferente.
Además, moverse puede ser más sencillo si pesamos menos o llevar menos peso puede volvernos más veloces al momento de correr, por ejemplo. Por ello, aunque el peso no determina si estamos en forma o sanos, no podemos decirle adiós a la báscula.
Lo que necesitamos es dejar de depender de la misma y complementar el resultado que arroja con otros indicadores que pueden hablar más de nuestro cuerpo y forma física. Por ejemplo, podemos evaluar grasa corporal, circunferencia de cintura, presión arterial, entre otros parámetros que nos hablan de la salud de nuestro cuerpo.
Y por último, más allá de lo que las tablas de "peso ideal" indiquen o lo que la báscula arroje, es fundamental sentirnos cómodos con nuestro cuerpo y estar sanos independientemente de los kilos que pese nuestro cuerpo.
El peso ideal no existe por lo tanto, es momento de despegarnos de la báscula.
Bibliografía consultada | Ann Pharmacother September 2000 vol. 34 no. 9 1066-1069; Ann Intern Med. Published online 8 March 2016 doi:10.7326/M15-1181; y Ann Intern Med. Published online 10 November 2015, DOI: 10.7326/M14-2525.
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