¿Conocéis Caudalie? ¡Sí, esa marca cosmética francesa - que fue la primera en investigar y en desarrollar productos aprovechando el poder de los polifenoles de las pepitas de las uvas! Pues bien, los responsables de la marca acaban de poner a punto un programa antioxidante súper potente para que podamos combatir esos dichosos radicales libres que son quienes oxidan y debilitan nuestra piel.
La radiación solar, el tabaco, la contaminación medioambiental, y la alimentación producen fenómenos de oxidación en nuestro organismo. Se trata de reacciones químicas naturales que dan lugar a moléculas que han perdido un electrón, y que intentan recuperarlo quitándoselo a otra molécula, provocando una cascada de reacciones nefastas en nuestras células.
Este fenómeno es el mismo que hace que las manzanas se oscurezcan y arruguen cuando las dejamos en un cestito encima de una encimera, y es también el que hace que nuestra piel envejezca de forma prematura. No tenía ni idea, pero en los laboratorios Caudalie han demostrado que la oxidación es responsable de ¡4 de cada 5 arrugas!
Así que, con esos datos, está claro que la mejor manera para preservar y reforzar la juventud de nuestras células son los antioxidantes. El Caudalie Polyphenol C15, pues así se llama el tratamiento que os mencionábamos, está compuesto por tres productos.
La particularidad de estos tratamientos con respecto a otros de la misma marca es que, por primera vez, los polifenoles de las pepitas de uvas que se extraen de uvas frescas procedentes de viñedos franceses - con los que están formulados estas cremas -, se asocian a la vitamina C y al ácido hialurónico. Como dato curioso, sabed que se necesita una tonelada de pepitas de uva para obtener un kilo de polifenoles.
La famosa vitamina C, antioxidante y correctora, es la más potente pero también la más frágil de las vitaminas, de ahí la importancia de preservarla y estabilizarla. Cuando se logra, como en el caso del Polyphenol C15, es capaz de capturar los radicales libres y de estimular la producción de colágeno y de elatina.
¿Cuál es el objetivo de la antioxidación? Pues, sencillamente, bloquear la producción de radicales libres. Un gesto de belleza que se debe adoptar a partir de los 30 años de manera continua a lo largo del año. Si, además, nos animamos a hacer un régimen de destoxificación, una o dos veces al año, después de los excesos de las fiestas navideñas o al comenzar la primavera, mejor que mejor, porque nos ayudará a eliminar las toxinas acumuladas en el organismo y a purificar nuestra piel y nuestro cuerpo.
Bueno, pues el caso es que llevo probando estos productos desde hace aproximadamente un mes. Por la mañana, después de la ducha me aplico el sérum, que viene en un frasquito de cristal verde botella, parecido a los que solían verse en las farmacias hace años, y que se aplica por medio de una pipeta.
Lo más característico es su perfume que huele a agua de pepino y a menta fresca. El dúo de polifenoles de pepitas de uva y vitamina C estabilizada va enriquecido, además, con ácido hialurónico, y escualano de oliva. A continuación, me aplico un fluido antiarrugas que contiene filtros solares para preservar la piel de los radicales libres.
El fluido viene en un tubito, súper práctico, porque permite extraer la cantidad de producto necesaria, sin desperdiciar ni una gota y sin que el producto se nos meta entre las uñas. Su textura es ultraligera y nada grasa, y la piel la absorbe rápidamente sin dejar rastro. Su perfume me recuerda un poco a la corteza de la naranja con un toque de menta fresca.
Cuando voy a salir, me aplico también la crema de ojos antiarrugas. Un potente antiojeras y anti bolsas en una textura a medio camino entre un gel y una crema, ya que al estar formulado con extracto de castaño de Indias y de regaliz descongestiona, haciendo que las ojeras se atenúen.
De momento estoy encantada, estos productos son un auténtico placer para los sentidos, y penetran fenomenal en la piel. Todavía no ha pasado el tiempo suficiente para que haya podido notar cambios espectaculares, pero mi piel parece pedírmelos a diario, pues no me da ninguna pereza aplicármelos. En realidad, su uso se ha convertido en un gesto de belleza que me hace sentir mejor. Así que, ¡os los recomiendo de todo corazón!
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